Cómo dejar de ser una persona hipocondríaca cuando cualquier dolor es un drama

La ansiedad por enfermar puede convertirse en patológica si no se afronta de la manera adecuada 

Seguro que conoces a alguien que se preocupa demasiado cuando le duele o le molesta algo. De hecho, puede que le envíes este artículo. Esa persona a la que si le molesta el pecho cree tener un infarto, y si le duele la barriga el cáncer es su primer pensamiento. Pero no es algo que tomarse a broma, porque la hipocondría o trastorno de ansiedad por salud es uno de los motivos más habituales de consulta psicológica y psiquiátrica. 

Lo explica en un artículo reciente el digital La Mente es Maravillosa. El miedo a enfermedades lentas o degenerativas como la fibromialgia, el cáncer o el VIH es el más habitual; aunque también hay quienes temen tener paradas cardiorrespiratorias y otras dolencias repentinas, especialmente entre aquellas que sufren un ataque de pánico. Y el miedo a tener un Covid agresivo, por supuesto, se ha colado en las tendencias. 

El cuerpo no siempre funciona igual

Uno de los principales detonantes de la hipocondría es tener unas expectativas irreales de cómo debe funcionar nuestro cuerpo, explica el digital. O sea, aquellas personas que se piensan que el cuerpo debe estar siempre funcionando perfecto, sin ningún tipo de dolor o molestia, tienden a interpretar señales reales como un dolor o una mancha como avisos de enfermedades graves que van mucho más allá de la molestia o incomodidad generada. 

El bucle del que debes salir

La hipocondría funciona a veces como un bucle. Si tienes una molestia o un dolor y le prestas atención, este se amplifica. Si luego además te dedicas a buscar en internet enfermedades o dolencias asociadas a los síntomas, puedes entrar en una espiral de preocupación que solo te haga empeorar. E incluso empezar a dedicar tiempo a pruebas médicas que, cuando dan un resultado negativo tan solo alivian de manera provisional. Pasas a ser esclavo de los diagnósticos médicos.  —

¿El miedo a enfermar? En su medida

Es por eso que las terapias de distracción están entre las más usadas para combatir la hipocondría, porque no pensar en dolores y molestias es la mejor forma de no amplificarlos. Pero también hay otros pasos como, por ejemplo, aceptar que el miedo a enfermar es algo normal y que lo que es patológico es la forma de gestionarlo, agrandarlo demasiado o darle demasiado poder. No se trata de no tener miedo, sino de tener cierta tolerancia a ese miedo

Por otro lado, recomiendan en La Mente es Maravillosa, cabe hacerse preguntas como por qué se tiene este miedo, qué se gana con él y qué puede hacerse al respecto. Cosas todas ellas que se pueden hacer con un psicólogo o terapeuta para trabajarlo de manera adecuada para que el miedo a enfermar no se convierta en patológico.