¿Has desayunado dos huevos esta mañana? Entonces no deberías probar esa deliciosa tortilla de patatas, ya que, según cuenta la tradición popular, comer muchos huevos resulta perjudicial para tu salud. Y la razón es el colesterol. Al fin y al cabo, cada huevo posee aproximadamente unos 210 miligramos de colesterol y este es uno de los principales enemigos del sistema cardiovascular. Esto tiene sentido. Pero, según dicen las especialistas en ciencia de los alimentos María Dolores del Castillo y María Luz Fernández en un artículo en The Conversation, ni las cosas son tan sencillas ni los huevos tan peligrosos como piensas.
"En estudios realizados por nuestro grupo, los voluntarios de diferentes poblaciones consumieron entre dos y tres huevos por día. Se observó que las dos terceras partes de los individuos no incrementaron los niveles de colesterol en sangre tras un mes de tratamiento", explican estas expertas del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación y de la Universidad de Connecticut respectivamente. ¿Pero qué pasa con quienes sí experimentaron el aumento? Tiene truco: "mostraron un aumento en los valores de colesterol malo y colesterol bueno, de tal manera que el riesgo de enfermedades cardiovasculares no cambió".
Pero, muy al contrario de lo que probablemente imagines, estos descubrimientos no son una sorpresa. Otras investigaciones anteriores ya probaron, tal y como señalan Del Castillo y Fernández, "que tanto si un individuo consume un huevo por semana como si lo consume a diario, el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares es el mismo". Es esta literatura científica la que está llevando a muchos países europeos, India, Corea, Nueva Zelanda, Australia, Canadá o Estados Unidos a eliminar para siempre sus advertencias acerca de los límites del consumo de huevos. Hasta donde sabemos, es un alimento maravilloso.
"Es cierto que el huevo tiene colesterol, pero también es verdad que aporta componentes como la lecitina, que ayudan a inhibir la absorción del colesterol y también incluye vitaminas y minerales que intervienen en el metabolismo de modo que dificultan que el colesterol malo aumente en la sangre", argumenta en un artículo del ABC la catedrática del Departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, Rosa Ortega. Esa es la explicación por la cual un alimento con tanto colesterol no genera problemas de colesterol. Contraintuitivo pero cierto.
Además, tienes que tener en cuenta los fantásticos nutrientes que proporciona. Entre ellos, proteínas de una alto valor biológico, hierro, fósforo, zinc, yodo, vitamina A, vitamina B1, vitamina B6, vitamina B12, vitamina D, vitamina E, vitamina K y dos sustancias carotenoides llamadas luteína y zeaxantina, los cuales "son captados por la mácula del ojo protegiéndola de su degeneración y el desarrollo de cataratas". Y por si fuera poco, los huevos también "protegen contra el riesgo de padecer enfermedades infecciosas". Como ves, no hay una sola razón científica para no incorporarlos a tu dieta y disfrutarlos sin miedo.