Duermes 8 horas de forma religiosa y aún así te despiertas cansadx. ¿Te suena? Puede que no estés identificando qué tipo de descanso necesitas, y que solo con dormir no tengas suficiente. Todxs hemos escuchado hablar del síndrome del “burn-out” o trabajador quemado. Es un tipo especial de estrés que te deja agotadx física y emocionalmente, y que, por mucho que duermas, vas a seguir llevando contigo si no le pones otro tipo de remedio. Lo mismo pasa con otras cosas que nos agotan en nuestra vida y que nos hacen sentir cansadxs.
Pues bien, ¿podrías reconocer qué tipo de descanso de estos 7 que te contamos aquí necesitas y te iría bien?
1. Descanso físico: Tu cuerpo quizá te pide un descanso de este tipo si sientes que te falta energía, experimentas dolores en el cuerpo y vas un poco como unx “zombie” todo el día. En este caso, un sueño reparador o siestas diarias sí podrían ayudarte. Y si te duele el cuerpo, una forma de “descansar” es con actividades físicas como el yoga o los estiramientos.
2. Descanso mental: Estás agotadx, te cuesta concentrarte y te pasas el día pensando en otras cosas, hasta que llega el momento de meterte en la cama y tampoco puedes desconectar. Te puede ayudar escribir tus pensamientos en una libreta, programar espacios en los que te alejes de las pantallas, practicar estar presente, y dar caminatas largas en la naturaleza.
3. Descanso sensorial: Sientes irritabilidad por los ruidos externos. Sobre todo en las grandes ciudades, estamos expuestxs a un montón de ruidos, de estímulos, y nos podemos llegar a saturar. Prueba esto: cierra los ojos por un segundo, aléjate de las pantallas, regálate espacios de silencio.
4. Descanso social: Te sientes exhaustx al estar con otras personas. Sientes que relacionarte requiere mucha energía por tu parte. Para que esto no te pase y puedas “descansar” de esta carga, tienes que aprender a distinguir entre aquellas relaciones que te aportan y aquellas que no. Intenta pasar más tiempo con personas empáticas que repongan tu energía.
5. Descanso emocional: Eres el apoyo emocional de todo tu alrededor, pero a ti nadie te hace caso. Eso puede derivar en que se te olvide pensar en ti y en no darte cuenta de las emociones que estás sintiendo. En este caso, lo mejor es darte tiempo y espacio para expresar lo que sientes, ya sea en terapia, con esa persona con la que puedes comunicar sin miedo, con la escritura.
6. Descanso creativo: Llegamos a necesitar este descanso cuando no tenemos ideas nuevas, te sientes bloqueadx, o quieres una solución creativa para cierto problema. Para recuperar la inspiración, nada mejor que conectarse con la naturaleza, con el arte, y haciendo que tu espacio de trabajo sea un lugar inspirador.
7. Descanso espiritual: Por último, y quizá el más complejo. Este agotamiento tiene que ver con la falta de propósito o de sentido de pertenencia. Puedes alcanzar una paz más grande si practicas la gratitud, conectas con tu comunidad a través de un voluntariado, o meditas.