Médicos y científicos de distintos ámbitos coinciden en que dormir desnudo es la opción más saludable porque previene, incluso, la diabetes. Ahí es nada. Aquí están las razones que constituyen un alegato firme y contundente a la noble práctica de dormir en pelota picada.
1. Ayuda a adelgazar
Tal cual. Existe un tipo de grasa de nombre horrible, la ‘grasa parda’, que ayuda a quemar el exceso de calorías y se activa cuando dormimos frescos. Por eso, acostarnos con una temperatura adecuada, a lo que contribuye no llevar pijama, hace que perdamos peso a un ritmo mayor que si lo hacemos en un ambiente cálido.

2. Sube la autoestima
Porque nos acostumbra a vernos en bolas y, poco a poco, hace que nos aceptemos tal y como somos. Sin darnos cuenta, las inseguridades van desapareciendo porque perdemos el miedo a vernos a nosotros mismos sin ninguna máscara textil.
3. El sueño es más profundo

4. Previene las infecciones
Porque el cuerpo se ventilará más fácilmente. Los ambientes cálidos son el paraíso de las bacterias y favorecen la aparición, por ejemplo, de hongos vaginales como la candidiasis. Por eso, es mejor permitir que el cuerpo transpire con facilidad.
5. Disminuye el riesgo de padecer diabetes

6. Nos mantiene jóvenes
También las hormonas anti-envejecimiento se segregan más fácilmente si descansamos en un ambiente de no más de 21 grados, la temperatura recomendable para dormir.
7. Mejora la vida sexual
¡Tachán! Dormir en bolas aumenta los niveles de oxitocina y, por tanto, las ganas de mantener relaciones sexuales. Además, tener la libertad de acostarnos como Dios nos trajo al mundo al lado de nuestra pareja hace que la relación se afiance y permite alcanzar mayores cotas de confianza. No hay nada más anti-erótico que un pijama raído y viejo, de la misma manera que no hay nada más excitante que notar a tu lado un cuerpo desnudo. ¿O no?