Estás hasta las narices, ¿verdad? Harto de la campaña electoral, empachado de tanta promesa, hastiado de mítines y debates, de pactos y coaliciones. Estás tan hasta las narices que pasas de ir a votar. Pasas de todo. Y haces bien, hombre, claro que sí. La política no sirve para nada. No como Instagram y Twitter al que tantas horas dedicas. Eso sí sirve, eso sí que cambia el mundo, ¿verdad?
Así que, seamos sinceros, quédate ahí donde estás. En la silla desde la que lees estas líneas, en el mismo sofá de cada peli, en la cama de todas las series. Es lo mejor que puedes hacer. Total, lo contrario no sirve de nada. No va a cambiar nada. A nadie, siendo honesto, le importa tu voto. Un voto, ya ves tú. Un voto no es nada. Nadie lo va a echar en falta. Y es finales de junio y el domingo dicen que hace bueno. Disfruta.

Mejor aléjate de los colegios electorales. Nunca han traído nada bueno. Los resultados que salen de ahí no son más que pamplinas. Menudeces. Quizá una ley que permite que homosexuales se casen, ya ves tú. Una reforma que cambie la mediocridad educativa y por fin salgas del colegio de tu barrio sintiendo que puedes comerte el mundo o que DE VERDAD sabes inglés. Sandeces, vamos. Chorradas. Nada va a cambiar. Oye, y si luego quieres escoger una carrera pero no puedes pagar la universidad porque cuesta una pasta, no pasa nada, de verdad. Tu voto morirá en el mismo desagüe del que nunca debió salir. Así que déjalo. Ponte al sol, échate crema. Es lo que ganas.
Olvídate además de los carcas que sueltan el rollo ese de la responsabilidad democrática. Respo… ¿qué? Hace mucho que la democracia es un hecho. Está aquí para quedarse. ¿No se han dado cuenta o qué? Ahora con el rollo ese de que si los populismos van a emponzoñar la convivencia, que si hay corrientes autoritarias en toda Europa, que si los jóvenes pasamos. Venga, ya, hombre, que dejen de dar la brasa, ¿no?

Y hartito estás ya de los abuelos que se emocionan por ir a meter un papel en una urna. Tú llevas haciéndolo desde la elección de delegado en primero de primaria y todos sabemos que el mundo no cambió por aquello.
Así que dejen de ser agoreros de una vez. Nosotros no somos refugiados, somos un país europeo. La gente se va de Erasmus y los vuelos a Londres son baratos. Somos jóvenes y nosotros hacemos política con Facebook. Así es como nosotros votamos.
Hacemos fotos y vídeos virales. Zara retira sus sandalias asesinas por ello. Eso sí es cambiar el mundo y no tanto mítin y tanta promesa de que todo va a cambiar. Lo demás son pamplinas. La sanidad universal está ahí y siempre va a estar, tenemos a nuestros padres para mantenernos si no encontramos trabajo, todos los políticos son iguales y, además, total, si cuando les detienen por corrupción luego siempre se libran porque los jueces son de algún partido, ¿qué va a hacer tu voto con ello? Nada, ¿verdad? Quédate en casa. Si al menos hubiera un botón de MeGusta…