El descalabro económico del país luso está alcanzando unos límites insospechados y solo el hecho de asomarse a echarles un vistazo a los datos ya da vértigo. Si hace solo tres meses salieron a la luz todas las pérdidas que tenía el famoso banco Espirito Santo sí, ese que anunciaba Cristiano Ronaldo, las malas noticias no paran de azotar a los portugueses: Portugal Telecom es la nueva víctima de hoy, la cual supone todo un pilar para la economía lusa, pero es que ayer fueron los hospitales, anteayer la red eléctrica y el día anterior la red de agua. ¿Qué será mañana? ¿Hasta dónde vamos a llegar?
Portugal tiene una tasa de paro que ronda el 14% y que ya supera el 35% en el caso de los jóvenes, la deuda y los intereses del rescate se seguirán pagando durante muchos años, las empresas no paran de cerrar o deciden abandonar el país... El recorte en gasto público ha sido de un 65% y los impuestos han subido entre un 30 y 80% según el caso. No hay dinero, faltan créditos y se ha ahogado la esperanza.
Por ese motivo, los principales partidos políticos, tanto de la izquierda como de la derecha, junto con académicos y economistas de todo el país han elaborado un manifiesto conjunto para frenar esta desertización empresarial. Ahora lo que priman son los intereses del país entero y hay que buscar todas las alternativas posibles para velar por el bien común. La situación es insostenible, pero lo que más miedo da es imaginarse el abismo que parece no tener fin. El país entero está en venta, pero es triste que ni siquiera haya interesados en pujar con él.
La troika se fue de Portugal hace seis meses tras tres años intensos de vigilancia económica. Ahora ha vuelto simplemente para ver cómo le iba al país sin su supervisión y los resultados que acaba de publicar en su informe destacan la falta de esfuerzo de las autoridades desde que se marchó. Asimismo, la deuda del país la compró principalmente China, pero los economistas portugueses afirman que el país asiático no pincha ni corta. Hace falta un poco de gestión para ayudarles a enderezar la situación, al fin y al cabo se presupone que a China también le interesa el resurgir luso.
Portugal no se merece esto, pero siempre ocurre lo mismo, que acaban pagando justos por pecadores y es la población quien debe responsabilizarse de todas estas deudas que ella misma no ha contraído.
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