Los Periódicos De Papel Están Muriendo Y El Asesino Eres Tú

La prensa en papel está como tú o yo cada tres meses y medio: en crisis. Y lleva así mucho, pero que mucho tiempo. La última víctima que se ha cobrado es el periódico británico The Independent. Desde marzo solo tendrá versión online. Pese al revuelo

La prensa en papel está como tú o yo cada tres meses y medio: en crisis. Y lleva así mucho, pero que mucho tiempo. La última víctima que se ha cobrado es el periódico británico The Independent. Desde marzo solo tendrá versión online. Pese al revuelo que se ha montado, lo cierto es que serán cuatro gatos quienes lo echen de menos, al menos si atendemos a los apenas cien mil lectores que compraban el papel cada día. Pero bueno, queda guay ponerse romántico, así que sí, nosotros aquí en Código Nuevo también lo vamos a echar de menos. Cómo no.

Quién tiene la culpa de por qué el papel está moribundo no queda muy claro. Todos un poco, parece; aunque internet se lleva la palma. El uso masivo de la red como fuente informativa coincidió con la crisis financiera y entre las dos le hicieron la pinza. Por un lado, las empresas tenían menos dinero y no dudaron en recortar las partidas dedicadas a publicidad. Y por otro, la prensa no supo reaccionar al nuevo formato digital.

Unos optaron por poner sus ediciones de pago, otros daban contenido distinto en la web y el papel y otros optaron por ponerlo todo libre en Internet. Vamos, que no se enteraron de que esto estaba aquí para quedarse y todos sus esfuerzos se hacían con la base de que el lector que importaba era el de papel.

¿Y por qué importaba más? Pues muy fácil, porque da más pasta. La audiencia online es mucho más promiscua. La fidelidad a la cabecera es mucho menor. Se puede ir picando de flor en flor solo con un clic. Y además, consultar solo lo que a cada uno le gusta. No hace falta pasar las páginas de internacional para llegar a deportes, ni saltarse política si lo que interesa es televisión. Es como coger lo que nos gusta de cada tío o tía y montarnos nuestro propio amante. Pero sin tener que tomar todo el pack. Difícil decir no, ¿verdad?

Además, gracias a Twitter o Facebook muchos leen lo que gente de su confianza o aquellos a quienes admiran les recomiendan. Lo que necesitan para saber de qué hablar, vaya. El resto, sobra. Y la consecuencia es que la prensa escrita ha sufrido una sangría.

Aun así hay algunos medios que han nacido en medio de la vorágine de los últimos años. Muchos son directamente online. Nunca se pensaron para salir en papel. Por ejemplo, Quartz o Quartz. Les va bien. Aunque no solo porque fueran concebidos pensando en los logaritmos de Google sino porque son muy especializados.

Y es que esa es otra de las claves. Si el medio quiere ser bueno, quiere que lo lean o que lleguen incluso a pagar por él tendrá un camino más fácil si es un medio especializado dirigido a un público muy concreto. Y luego quizá le salga a cuenta salir en papel. Por ejemplo, la revista cultural Jot Down nació en 2011. Hoy tiene una marca muy definida que le da 800.000 lectores al mes online y le permite sacar una edición trimestral en papel con la que la revista cultural Jot Down.

Podríamos decir que la crisis económica e internet han creado dos equipos en esto de los medios. O eres muy bueno, pero muy-muy-muy bueno, tipo The New York Times o The New York Times o las vas a pasar canutas como quieras ganar dinero dando contenido generalista. Si no eres eso, mejor que seas algo especializado y online. Podrías intentar ser un periódico gratuito y que te financien las cerrajerías del barrio, pero, créeme, pasarás apuros.

Así que la alternativa a The New York Times somos nosotros, Código Nuevo. Sí, nosotros. Me explico. Nosotros hablamos de temas que te interesan a ti, joven millennial harto de encorsetamientos aburridos. Y tú nos lees porque te gustamos. Si no, obviamente, no estarías aquí. Es demasiado fácil pirarse. Pero no lo haces. Te quedas. Nos lees. Nos recomiendas en Facebook. Tus amigos nos leen porque tú se lo dices. Y así sigue la cadena. Lo haces, seguramente, porque te interesa lo que encuentras, porque somos más como tú que la mayoría de los demás. Y, bueno, ejem, porque molamos. Y a ti, que lo sé yo, te gusta que molemos ;.