Màxim Huerta se ha convertido en la primera baja del gobierno de Pedro Sánchez. Tras solo seis días como ministro de Cultura y Deporte, el escritor dimitía debido a las presiones recibidas desde que se filtrase que había defraudado 256.778 euros al fisco entre 2006 y 2008. Sánchez pronto nombró a un sucesor: José Guirao, ex director del museo Reina Sofía. Una decisión que no tiene nada contentos a los sectores protauromaquia de España, que ya se hacen eco de las declaraciones animalistas del gestor cultural y nuevo ministro de Cultura y Deportes.
"Está tan arraigado el desprecio por los animales, tan arraigada la idea de que son algo utilitario, bien sea para comer, trabajar o divertirnos, que creo que el reto es cambiar esa soberbia de la especie, que se siente impune para maltratar y utilizar todo lo que encuentra en la naturaleza. Eso solo nos lleva a la destrucción", pronunciaba Guirao hace un par de años en La Casa Encendida —que también dirigió entre 2002 y 2014— con motivo de la presentación de la plataforma Capital Animal, destinada a visibilizar los derechos animales mediante el arte.
Su oposición a la tauromaquia, cuya gestión está en sus manos, es firme. También a la caza, incluso aquella que los cazadores tratan de justificar con argumentos sobre el control de plagas: "También hay sobrepoblación humana y consideraríamos un monstruo a quien propusiera eliminar a una parte de la población humana". Palabras que son un rayito de esperanza para los antitaurinos, animalistas y veganos de todo el país. Como dijo hace dos años, "hay que empezar a considerar a los animales iguales en todo: inteligencia, sensibilidad y derecho a la vida". Ánimo y mucha suerte señor ministro.