Desde páginas sin sentido que buscan despertar estímulos psicodélicos, foros donde se habla de la Matrix o mercados online donde puedes comprar armas, drogas, órganos humanos o incluso contratar a un asesino. Estamos hablando de la deep web y contiene 500 veces más información que el Internet convencional. Es el paraíso de la pornografía ilegal, especialmente de la infantil. Webs y vídeos macabros, retransmisiones en directo de torturas, amputaciones y desmembramientos, violaciones o asesinatos.
Hemos visto u oído en varias ocasiones que Internet es como un océano. A través de motores de búsqueda como Google o Yahoo podemos navegar por la superficie, que es donde te encuentras ahora mismo. Sin embargo, existe una capa más profunda a la que no se puede acceder a través de dichos motores y que ha abierto todo un mercado de posibilidades para operaciones ilegales y tareas en las que es mejor mantener el anonimato. Muchos ya conocen sobradamente la existencia de la web profunda, otros creían haberlo visto todo cuando solo habían rozado una ínfima parte de la realidad.
La deep web nació con la voluntad de compartir información y contenidos utilizando métodos privados, pero esto, como pasa casi siempre con la tecnología, se ha convertido en un arma de doble filo. Es por ello que no todo lo que se puede encontrar en la deep web es lícito ni legal. Es el lugar donde estas cuestiones encuentran mayor cobijo y donde se han expandido de forma prácticamente ilimitada. Pasamos de navegar por la red a bucear en lo más profundo.

Visualmente sigue siendo Internet, con la diferencia de que tu subconsciente te mantiene alerta de que no estás en territorio seguro. Y tu subconsciente tiene razón. La deep web es el Disneyland de los hackers. Sin las medidas de protección adecuadas, tu información de usuario puede ser robada en un abrir y cerrar de ojos.
A veces, ni siquiera es necesario haber descendido a los infiernos para ir a parar allí. En la deep web se han llegado a filtrar fotos de usuarios de distintas aplicaciones, como Snapchat. Hay personas que con tu número de teléfono o tu dirección IP pueden acceder a tu intimidad como el ladrón que abre una puerta y entra en tu casa. De las medidas de seguridad te encargas tú.
El horror de la web profunda
DeepTube es el YouTube de la deep web. Una plataforma de vídeos donde los más sedientos de horror pueden encontrar los estímulos que buscan. Las parafilias, la necrofilia o la zoofilia son contenidos muy demandados por la comunidad. Hay que tener un estómago de acero para soportar el gore extremo que circula por estos lares.
Cuando se habla de vídeos de la deep web, hay uno que se hizo muy famoso entre los curiosos. Se trata del Daisy’s Destruction, un vídeo en el que se puede ver como un hombre y una mujer torturan, violan, mutilan y, finalmente, asesinan a una niña de aproximadamente cinco años. Aquellos que lo han visto aseguran que los gritos de la pequeña son sencillamente desgarradores.

Los autores de dicho vídeo jamás han sido atrapados y la única información que se tiene acerca de esta pareja es que se apodan No Limits Fun 'Diversión Sin Límites', lo que apunta a que muy probablemente no sea la primera vez que realizan actos sádicos como este. Aunque la veracidad de este contenido se ha puesto en tela de juicio por muchos usuarios, ha despertado mucho interés entre la comunidad de la deep web y aquellos que dudan de si asomarse o no a ella.
Como todo lo que genera una oferta y una demanda, el vídeo de Daisy’s Destruction ha llegado a tener un precio en BitCoins, que es la moneda de la deep web. Se pueden conseguir de dos formas: una, canjeando dinero real hay personas que guardan su dinero ahí, o dos, realizando tareas dentro de la web profunda y cobrando por ello.

Existen infinidad de páginas que buscan satisfacer las ansias de sufrimiento ajeno. Una moda reciente que circula por la red profunda es la de aplastar gatitos y otros animales con los tacones, las nalgas o algún objeto en mano. Existen redes de narcotráfico, falsificaciones o cuentas premium. Han existido juegos donde los usuarios han podido asistir en directo a streamings escalofriantes, llegando a decidir desde el otro lado de la pantalla quien vive y quien muere.
Cómo acceder a la deep web

No basta con usar el nuevo navegador y ya. Tus datos y dirección IP estarán al descubierto, así que necesitarás usar software especializado si quieres mantenerte en el anonimato de forma fiable. Entre las recomendaciones que se suelen dar está la de apagar tu web cam para evitar que un tercero acceda a ella para espiarte aunque pueden acceder sin encender la lucecita, así que tápala y también es recomendable hacerlo usando el Internet convencional, activar tu firewall, así como el antivirus, desactivar JavaScript y las cookies y, a ser posible, utilizar un VPN Virtual Private Server con un nombre falso que te ayude a no ser rastreado.
Se pueden leer muchas historias salidas de la capa más honda de Internet. Muchas de ellas son falsas o su veracidad siempre se pondrá en duda. Otras, en cambio, son tan auténticas que la frase de que ‘la realidad supera a la ficción’ se queda corta. Ni el mejor guionista de cine de terror se atrevería a escribir algunos pasajes que se asemejen a lo que se puede llegar a vivir en el infierno virtual.
Imagen principal: Alberto Polo