El Optimismo, Un Factor Importante En La Atracción Del Éxito

La vida es cuestión de actitud. No se pueden conseguir resultados placenteros y duraderos si no hay una inmersión profunda y real en optimismo, en encontrarle el lado bueno a las circunstancias malas.

La vida es cuestión de actitud. No se pueden conseguir resultados placenteros y duraderos si no hay una inmersión profunda y real en optimismo, en encontrarle el lado bueno a las circunstancias malas, en hallar la felicidad con los pequeños detalles, en vivir más allá de las barreras limitantes de la mente humana.

Ser optimista cuesta. No es algo que se aprenda e interiorice de la noche a la mañana; sin embargo, vale la pena esforzarse en ver el sol tras las nubes grises porque siempre, absolutamente siempre, está ahí dando su brillo y confort. Si nunca has vivido esto, te estamos invitando a que lo hagas. No solo tu vida personal mejorará, sino estarás más cerca de hacer tus sueños realidad y alcanzar el tan anhelado éxito.

Pero, para que no parezcas ahora un adicto ciego que ve algo bueno donde realmente no lo hay, o exageres en tus dosis personales de optimismo, te aconsejamos que seas mesurado y empieces por evaluarte a ti mismo. Por ejemplo, si en estos momentos estás ejecutando un trabajo que no te llama la atención, no te quejes ni te des golpes de pecho, simplemente acepta lo bueno: te da el dinero suficiente para desarrollar una calidad de vida decente o normal.

En este punto puedes estar confundiendo optimismo con rendición. Una cosa es que aceptes el trabajo que no te gusta tanto, y otra muy diferente es que lo hagas parte de tu esencia y existencia. Por más optimista que seas no conseguirás llegar al éxito sin más, no seas ingenuo, porque esto requiere valor, esfuerzo y pasión.

La razón de decir que el optimismo atrae el éxito es bastante sencilla: una buena actitud donde haya pensamientos positivos que se traspasen a la sensación traerá consigo oportunidades únicas y valiosas. Ya es tu responsabilidad tomarlas o dejarlas ir.

Volviendo al ejemplo del trabajo, si no te gusta y eres optimista, puede que llegue la oportunidad de cambiarlo, pero si no lo estás buscando, el optimismo no te servirá. Es como tratar de bajar de peso con toda la actitud del caso, pero no seguir la dieta o hacer ejercicio, buscar un buen nutricionista o asistir con diligencia al gimnasio.

Por tanto, el optimismo por sí solo no puede hacer mucho por ti. Te puede volver un ciego que ve cosas “buenas” en todo; o quizás te funcione para decir: “no importa cómo te tomes la vida, igual si naciste para fracasar lo harás”, y sigas escudándote en que lo intentaste todo para triunfar pero no lo lograste. Así que lee esto bien. El empresario que tiene éxito en sus negocios siempre desea que sus transacciones le resulten a la alza, pero aparte de eso da el paso vital: hacer la transacción. Si no actúas, te invitamos a seguir en tu estado optimista de espera… forever.

Conclusión: tú decides si vives esperando lo bueno, o pronosticándote cada segundo lo malo.

 

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