Si creías que no tenías ningún motivo lo suficientemente contundente para dejar de comer carne o, al menos, abandonar la hamburguesa que te metes cada sábado, el activista y fotógrafo anónimo detrás del proyecto dejar de comer carne ha llegado para darte el que probablemente sea el definitivo. Después de dos años de trabajo, investigación y un arriesgado proyecto que incluía infiltrarse en 58 mataderos de 10 estados distintos de México, ha presentado su documental online 'MATADERO. Lo que la industria cárnica esconde'. Una serie de imágenes y vídeos que muestran la cara más cruel y sanguinaria del ser humano así como los secretos y mentiras de una de las industrias más poderosas del mundo.
"Durante el trayecto, las vacas permanecen de pie durante largos periodos de tiempo soportando ruidos, frenazos y traqueteos". Crédito de la imagen: 'Tras los muros'
Torturas, descargas eléctricas, degüellos y mutilaciones mientras el animal sigue consciente son solo algunas de las cosas que este documental muestra a través de sus vídeos, fotografías y un exhaustivo este documental que revela las condiciones y barbaridades a las que son sometidos millones de animales cada año hasta llegar a su destino: una muerte todavía más agónica. Durante la película no existe ningún hilo argumental ni narrador, son imágenes atroces que no tienen otra intención que la de mostrar al espectador qué pasa realmente dentro de esos 'centros de exterminio'.
Módulo previo a la zona de sacrificio. Atizapan Estado de México, 2016. Crédito de la imagen: 'Tras los muros'
Miles de vacas, pollos, cerdos, cabras y caballos son criados y sacrificados cada año de formas inimaginables que, al contrario de lo que las grandes empresas cuentan y se empeñan en esconder, nada tienen de indoloro ni humanitario. 'MATADERO' nos pone de frente toda la verdad de una situación que nos implica a todos y hace que el espectador tenga que plantearse su responsabilidad en ello. A pesar de que el documental de 'Tras los muros' solo se centre en mataderos de México, las sanguinarias prácticas que muestra se llevan a cabo en todo el mundo, tal como han demostrado informes y testimonios de activistas infiltrados en países como Estados Unidos o muchos otros europeos,nada tienen de indoloro ni humanitario.