Rita Barberá, senadora y exalcaldesa de Valencia, ha muerto esta mañana, víctima de un infarto, a los 68 años. Los servicios de emergencia de Madrid recibían la llamada a las siete de la mañana, pero sus médicos no han podido hacer nada por salvar la vida de la histórica política del Partido Popular, que ha muerto por parada cardiorrespiratoria en el Hotel Villareal de la capital.
Según han revelado fuentes próximas a la Cadena SER, Barberá se encontraba en una situación de gran estrés durante las últimas semanas por su citación como investigada por el Tribunal Supremo debido a un presunto blanqueo de capitales por parte del grupo municipal del PP, durante los 24 años que duró su mandato en el Ayuntamiento de Valencia.
Su última comparencia pública tuvo lugar el pasado lunes, cuando la veterana senadora popular negó responsabilidad ante el Supremo y aseguró que ella se limitó a hacer una donación de 1 000 euros a las arcas del partido y que, en ningún caso, recibió de vuelta esta misma cantidad en dos billetes de 500.
Actualmente, ejercía su cargo ante el Senado al margen del PP, al haber sido forzada a abandonar el partido tras 40 años de militancia. Situada en el Grupo Mixto, Barberá mantenía el correspondiente aforamiento, pese a las fuertes presiones recibidas por compañeros y rivales políticos para que presentara su dimisión.