Si tienes un Samsung ya te habrás enterado de que explotan de repente. Pues ándate con ojo, porque ha vuelto a pasar. El miércoles otro Samsung Galaxy Note 7 empezó a echar humo, esta vez dentro de un avión en EE.UU y, debido a la magnitud del asunto, el vuelo tuvo que ser cancelado. ¿Pero qué está pasando con los smartphones? ¿Por qué explotan?

De hecho, el programa de sustitución se puso en marcha el 19 de septiembre, tiene unos pasos muy claros a seguir y te ayuda a saber si el modelo que tienes es de los buenos o de los defectuosos. En él se pide que "hasta que se le facilite un dispositivo de sustitución, Samsung ruega a todos aquellos de sus clientes que tengan un teléfono Galaxy Note7 que apaguen su dispositivo y lo devuelvan lo antes posible en el punto de venta donde lo adquirió".
Hasta esa fecha, la empresa surcoreana había recibido más de 92 avisos sobre incidentes a causa de baterías defectuosas en EE.UU. y, de todos ellos, 26 eran casos de quemadura y 55 de daños materiales. Las redes estaban a petar de fotos y vídeos de móviles que habían explotado, la mayoría mientras se cargaban. Samsung publicó un comunicado dando las explicaciones pertinentes, disculpándose y asegurando que estaban trabajando para encontrar el origen del problema.

¿Por qué?
Samsung afirmaba que el problema estaba en las baterías. Para hacerlas se usa un material llamado ion de litio, y para conseguir que aguanten el máximo tiempo posible se 'juega' con la química. El problema, como explica la investigadora del Instituto Tecnológico de la Energía Mayte Gil, es que se utilizan "disolventes [que] son orgánicos y volátiles. Cuando se calientan, la temperatura alcanza el punto de ebullición y pasa de líquido a vapor" y de ahí a que pueda acabar explotando. Pero calma, si tenemos en cuenta todos los móviles que hay repartidos por el mundo, esto pasa en poquísimos casos.

También se apuntaba a que podía deberse a un fallo de producción en el sistema que asegura que los teléfonos no se sobrecarguen y que evita que la temperatura acabe subiendo sin control hasta petar. Sí, está claro que el sistema no controla sea lo que sea.
Así que si tienes un Galaxy Note 7, comprueba que no sea de los defectuosos. Y si tienes otro modelo, cuida bien la batería y confía en que no te haya tocado ese uno entre un millón.