El Monopoly es ese juego en el que tienes que acumular el máximo de propiedades posibles y negociar con los demás jugadores o jugadoras hasta adquirir el monopolio del suelo urbano, el perfecto manual educativo para capitalistas. Lizzie Magie patentó la idea original del Monopoly con el nombre de The Landlord's El señor de la Tierra en 1904. Este juego pretendía crear conciencia en las personas y demostrar "la ceguera ante la situación de apuro que vivían muchas personas debido al sistema capitalista", explicaba Magie.
Lizzie Magie diseñó el juego inspirada en las ideas económicas de Henry George, un economista estadounidense que explicó cómo la riqueza que proviene del progreso tecnológico y social en una sociedad de libre mercado está concentrada en los monopolistas y terratenientes, y así la mayor parte de la gente está en la pobreza. La misma Lizzie pudo comprobar la cara infeliz del sistema capitalista con salarios ínfimos de 10 dólares a la semana cuando trabajaba de taquígrafa, lo que denominó "otro tipo de esclavitud". En Henry George y lo más común era que el mérito de las creaciones acabara atribuyéndose a los hombres, Lizzie Magie quedó en el olvido, y con ella, su brillante idea para educar una sociedad mejor. Charles Darrow comercializó el juego a partir de 1935 y lo vendió a Parquer Brothers, marca comercial del gigante juguetero Hasbro.
Pero la elocuencia cubana creó una alternativa y retomó el espíritu de Lizzie Magie con Deuda Eterna, el juego de mesa inspirado en el Monopoly, pero con unos valores éticos más aptos para niños, niñas y adolescentes. El objetivo del juego es derrotar al Fondo Monetario Internacional, que cumple la función de banca monopolio. Ahora se me viene a la cabeza Tsipras, ¿por qué nadie le regaló este juego? Esta semana el Parlamento alemán ha aprobado el tercer rescate a Grecia y, hablando en plata, menudo percal que les espera.

Los jugadores y jugadoras juegan el papel de los países del tercer mundo y deben aprovechar las materias primas de América Latina para industrializar e introducir productos elaborados en América del Norte. Esto conlleva sortear los inconvenientes del espíritu emprendedor y aunque le pidas dinero al FMI tiene todo el capital acabes prescindiendo de este. Son partidas apasionantes y sufridas, pero valen la pena porque muestran la realidad de un sistema, con devaluaciones, embargos económicos y hasta casillas especiales donde se producen Fuga de capitales y Golpes de Estado.
También hay referencias históricas: si caes en la casilla 12 de octubre de 1942, día en el que Colón llegó a América y comenzó el expolio del territorio, como obsequio al FMI tienes que entregar un lingote de oro. Y por supuesto está "No pagar", la casilla utópica en la que los países del sur no pagarán intereses por la deuda contraída con el FMI. ¿Sabéis cuál es el triunfo por K.A.O?: "Si un jugador solo, o una pareja, o un trío tiene doce terrenos del Sur con tres industrias nacionales en cada uno y las tres multinacionales respectivas, será considerado Gran Campeón, ha puesto de espaldas al FMI. También es posible que los jugadores, solos o unidos, vayan quebrando, que el FMI les embargue todas las propiedades y todos pierdan, y en este caso levanten pancartas con epítetos contra el FMI seguido de un corte de manga y comenzar otra partida".
Los países del sur de Europa deberían jugar a Deuda Eterna, a ver si les inspira para las futuras reuniones con la Troika y dejan de una vez de ser los perdedores del sistema.

Fuente: Ecu Red y The Guardia