La modelo Ashley Graham posa con su madre para desafiar los cánones de belleza

La modelo estadounidense Ashley Graham ha posado junto a su madre para la marca de bañadores Swimsuits For All, referente de la moda 'body positive'.

Hay batallas que no vamos a ganar en dos días: requieren un cambio profundo en las bases de nuestra sociedad. Por eso son tan importantes esos referentes que nos acercan centímetro a centímetro a la victoria con sus pequeños gestos. Uno de ellos podría ser la modelo estadounidense Ashley Graham que, luciendo lo que la sociedad llamaría un cuerpo modelo, se ha convertido en portavoz mundial de ese mensaje body positive que pone contra las cuerdas a los absurdos y arbitrarios cánones de belleza preestablecidos. Pero, además, ha sido en su última campaña para la firma de bañadores Swimsuits For All donde, para sorpresa de todos, ha formado dúo con su madre.

“Mi madre estuvo conmigo desde el principio y me ayudó a pasar todas las pruebas y problemas que me han llevado hasta este punto, así que al poder tenerla a ella ante la cámara conmigo y modelar mis diseños me sentí como si estuviese en un momento muy surrealista”, explicaba Ashley en una entrevista para Vogue USA. Además, en un comunicado de prensa la modelo añadía que “su actitud de sentirse bien hacia su propio cuerpo ha dado forma a mi capacidad para sentirme positiva y segura de mí misma”. Por ese motivo, la modelo ha devuelto el favor a su madre haciendo extensible a mujeres de todas las edades ese imprescindible mensaje de “bañadores para todos”.

“Creo que la belleza va más allá de la edad, la raza o la talla, y no es una tendencia, en cada etata de tu vida puedes sentirte preciosa. Quiero que las mujeres de la edad de mi madre se sientan empoderadas y que sepan que ellas también pueden estar así de sexys en un bañador, un dos piezas o un bikini", contaba Ashley a la edición americana de Vogue. Su madre, de 53 años, respondía: "No creo que hubiera podido descubrir esa fuerza interior sin Ashley. Ella es mi roca y me inspiró a los 53 años a volver a estar orgullosa de mi cuerpo después de perder mi propia fortaleza”. Una relación de empoderamiento mutuo de la que todos salimos ganando.