Ha vuelto el bañador slip y lo de marcar paquete en la playa

Que Paul Mescal o Alexander Skarsgard lo usen tiene mucho tirón

Los bañadores slip bien apretaditos han sido bastante marginados en las últimas dos décadas. De alguna forma, sin que estuviese escrito en ningún sitio, la sociedad entendía que era una prenda muy atrevida que era mejor dejar atrás. Más de unx hijx ha pasado lache al ver a su padre con uno. Mostrando muslo. Marcando miembro. Te daba igual que en los 80 muchos hombres lo llevaran en la playa o la piscina. Te daba igual que en Italia fuese muy común. Aquí en España, en el 2010, el 2017 o el 2024, te sobraba mucho. Pero espérate porque durante el verano de 2025 en adelante vas a cambiar de idea. No lo van a llevar solo los más mayores. Lo van a llevar hombres de todas las edades.

Porque el bañador slip is back. Como de costumbre, lo está porque los celebrities han decidido recuperarlos y darles un toque de dignidad que había perdido. Ejemplos hay muchos. Como explican la periodista especializada en moda María Yuste, gente como Harry Styles, Paul Mescal o Alexander Skarsgard se dejan ver a menudo con uno. ¿Y qué tienen que ver los tres más allá del hecho de ser populares y guapos como ellos solos? Pues que son neohombres con una sensibilidad especial y una autoestima no basada en los principios arquetípicos y venenosos de la machosidad. Usan lo que quieren sin importarles que pertenezca al cánon masculino o femenino. Y eso mola mucho.

Piénsalo. Además de la cultura italiana, ¿qué otra cultura se te viene a la cabeza cuando piensas en el bañador slip? Yes, la cultura gay. Y tiene sentido: muchos de estos hombres están liberados de la masculinidad clásica, quizá porque parte de la sociedad los expulsa de ahí con solo saber que son gays, y pueden ponerse lo que les mola sin inseguridades. Es lo que ocurre cuando toda una sociedad trata de marginarte: te vuelves más fuerte e independiente a la opinión ajena. Y, además, marcas como Gucci o Dior también han recuperado el bañador slip, lo que tiene un efecto legitimador en mucha gente. Si lo usa ese modelo tan varonil no puede ser cosa de gays. Razonamiento triste pero cierto.

En cualquier caso, vete preparando para ver paquetes por doquier en la piscina. Puede que al principio resulte chocante y te pases la tarde mirando aquí y allá con la discreción que te dan tus gafas de sol, pero tarde o temprano todo volverá a normalizarse. Es como el topless o los bañadores tangas de las mujeres. En una playa de los 80 llamaba la atención porque lo hacía una de doscientas. Ahora ya casi que ni le prestas atención. En cualquier caso, los beneficios de este tipo de bañador van más allá de la moda estética. Como dice Yuste, permiten más libertad de movimiento, pesa menos y se seca antes. ¿Qué pasa, bañador slip? Te echábamos de menos.