Los 5 métodos de ahorro arcaico que no fallan y siguen funcionando

Esperamos que tengas un poquito de espacio en el congelador. Te hará falta para uno de ellos

El clásico carpe diem tiene muchos agujeros conceptuales. El más importante de ellos es que, aunque existe la posibilidad de que mueras hoy y el mañana nunca llegue, lo más probable estadísticamente hablando es que no lo hagas y debas enfrentarte al día de mañana, que se convertirá en tu nuevo presente. Y todo este rollo para que entiendas que tienes que ahorrar. No hace falta que te obsesiones con ello y dejes de disfrutar de la vida que tienes delante, pero debes ahorrar un poquito. Y existen métodos arcaicos que siguen siendo útiles.

Separa el dinero y ganarás

Como el método de los sobres. Consiste básicamente en separar el dinero de tus ingresos mensuales en diferentes sobres destinados a pagos diferentes como el alquiler, las facturas del hogar, la alimentación, el transporte, el ocio o el ahorro. Eso sí, en la actualidad, con la ayuda de las apps banca online, ya no tienes que separar el dinero en sobres literalmente. Como explican desde Business Insider, "puedes practicar el método de los sobres con diferentes cuentas bancarias", siendo lo ideal que ahorraras un 10% de tus ingresos como mínimo.

¿De dónde viene tanto gasto?

O como el método Kakebo, que consiste en sentarse una vez a la semana con una libreta para anotar cada uno de los gastos que has realizado en esos siete días. Sin excepción. De ahí la necesidad de guardar los tickets. Según dicen desde este mismo medio, eso te proporcionará una perspectiva detallada de tu situación financiera a simple vista y podrás "mejorar la toma de decisiones". Descubrirás qué gastos que no son necesarios se están comiendo tu margen para ahorrar. Es muy probable que te sorprendas. Porque suele ocurrir a menudo.

Además, señalan lxs expertxs, puedes contradecir la tendencia general y aferrarte al dinero en metálico. ¿El motivo? "Según el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, pagar con tarjeta aumenta el gasto un 15% ya que nos duele menos". Esto es especialmente recomendable si además utilizas tarjeta de crédito, la cual lleva asociados unos intereses que poco a poco van devorando tus finanzas y reducen tu capacidad de ahorro. Pruébalo. Sal de casa con el dinero en efectivo que crees que vas a gastar. A ver qué tal se te da. 

La típica hucha: no falla

Y ahora viene el más curioso de los métodos: meter la tarjeta bancaria en el congelador. No es broma. "A menos que te sepas el número de tu tarjeta bancaria, solamente podrás utilizarla cuando se descongele, permitiéndote meditar cada compra y pensar si realmente ese producto te hace falta". No suena muy práctico, pero probablemente esa sea la causa de su efectividad. Por último, si tiras de dinero en efectivo normalmente, prueba con una hucha. En serio. Vuelve a eso. Mete el dinero que te sobre de la compra y ábrela en tres meses. Ya verás qué alegría.