De noche y de día, sin descanso. Comiendo cualquier cosa en brevísimos recesos de cinco o diez minutos. Soportando temperaturas extremas. Enfrentándose al peligro cara a cara, venciendo al miedo con el único ánimo de terminar cuanto antes con las llamas que todavía asolan su país. Más de 1.000 bomberos trabajan sin descanso contra el fuego que permanece activo en centro de Portugal, ganándose minuto a minuto el título de héroes modernos. Toda la sociedad los considera como tal, y se rinde a sus pies reconociéndoles sus proezas y rindiéndoles homenaje en las redes sociales. Y el último aplauso silencioso ha sido motivado por esta foto, compartida por el bombero Pedro Brás, en la que ha congelado un segundo que refleja perfectamente la extenuación de sus compañeros, rendidos de cansancio sobre un pequeño jardín.

Trece efectivos del destacamento de Brás descansan sobre el césped de playa fluvial del río Sinhel, mientras los camiones se abastecen de agua para continuar con los trabajos de extinción. Es el único momento de 'paz' para los bomberos que, ataviados con sus trajes y chaquetas, aparecen tumbados en el suelo tratando de reponer fuerzas antes de volver a enfrentarse a las llamas que se han cobrado la vida de más de 60 personas en el centro de Portugal.
Al instante, la imagen se ha viralizado y se ya suma al espectacular álbum con el que los portugueses rinden un callado homenaje a sus cuerpos de bomberos. Igual que otra fotografía, también compartida en el grupo de Facebook Respeito Pelos Bombeiros, en la que otros dos héroes reponen fuerzas tumbados sobre el suelo de hormigón.

Y este es todavía un homenaje todavía contenido, reflejo el sentimiento del país, que sigue aguantando la respiración a la espera de que las llamas se den por extinguidas y que reciben con temor cualquier nueva noticia sobre la catástrofe. Historias que, al final, engrosan el anecdotario de uno de los peores sucesos ocurridos en Portugal en las últimas décadas.