Dice el cantautor Ismael Serrano que “la excusa más cobarde es culpar al destino”; y eso es lo que hacemos muchas veces, culpar a la Crisis, a nuestro jefe, al primer novio que tuvimos y nos rompió el corazón... Siempre habrá dificultades, razones para quejarse y desistir, personas que dirán que no podremos lograrlo... Por eso necesitamos empezar ya, tener claro lo que queremos y ponernos en marcha; emprender el vuelo aunque nos fallen las alas.
El propio Einstein, consciente del papel de la Física en nuestra vida, se daba cuenta de que “hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. La peor barrera de todas para el éxito en la vida no viene de fuera de nosotros, sino de cada uno. Cuando no tenemos voluntad de hacer algo, inventamos mil excusas o nos dejamos arrastrar por los miedos. No queremos ir al gimnasio y empezamos a pensar en que hace mal día, que no tenemos tiempo, que nos merecemos un rato delante de la tele después de un día agotador...
“Todos tus sueños se pueden hacer realidad, si tienes el valor para perseguirlos” Walt Disney.
Si Thomas Eddison no hubiera tenido una voluntad fuerte, hoy seguiríamos cenando a la luz de una vela, porque si inventó la bombilla fue gracias a que continuó luchando a pesar de tener todas las trabas que uno pueda imaginarse: económicas, familiares, políticas... Y empezando por su profesor que dijo que “era demasiado estúpido para aprender alguna cosa”.
Tenemos una creatividad inagotable, y muchas veces, en vez de invertirla en hacer lo que queremos, la malgastamos en quejarnos o preocuparnos más de la cuenta. Podríamos utilizar todo nuestro talento para realizar un trabajo extraordinario, crear una idea de negocio que nadie ha tenido hasta ahora u organizar unas vacaciones inolvidables, pero muchas veces acabamos dirigiéndolo a pensar razones para sentirnos mal o excusas para seguir siendo igual de fracasados: ¿por qué ella no me llama?, si tuviera el dinero para invertir en aquello..., ¿por qué tuve que estudiar eso?, ¿qué será de mí si me despiden?
“Si tienes la fuerza de voluntad para ganar, has alcanzado la mitad de tu éxito; si no la tienes, has alcanzado la mitad de tu fracaso” David Ambrose.
¿Cuándo vas a dejar de buscar las razones de tus fracasos pasados y vas a empezar a pensar en los caminos para tu futuro éxito? La única manera de cambiar el futuro es centrarnos en lo que sí depende de nosotros, y poner todo el empeño en ello. Un sueño profesional, una causa social, una relación, un viaje que siempre quisimos hacer... Echarle ganas y ponerle voluntad nos ayudará a recorrer la mitad del camino al éxito, para tener la vida que queremos.
Consejo milenial: no busques culpables, sino soluciones.
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