Cuando ligamos utilizamos todo tipo de tácticas, lo que convierte las citas en una especie de competición para ver quién es más interesante: desde parecer una biblioteca musical a hablar de novela clásica como si fuésemos unos auténticos expertos, todo vale. Pero hay muchas ocasiones en las que no hace falta que le demos al coco para resultar atractivos, ya que si hay algo que se nos da bien es dar cosas por sentado, y si el otro ya se monta su película, ¿para qué vas a contradecirle si el misterio puede resultar mucho más morboso y complicado?
Que nos digan que tienen novio/a o que seas totalmente trasparente con las relaciones que has tenido no está de moda; los mileniales somos una especie de cripta, nos pone hacer como que no pasa nada. Finge y vencerás, así dice el lema.
La parte más interesante en una conversación con tu cita viene cuando ambos empezáis la verdadera entrevista personal que todos deseamos tener con alguien que nos atrae y viceversa. En ese momento no hay nada tan efectivo como hacerte el sueco cuando tu cita de por hecho que tienes pareja, mantener la duda y hacer un silencio orgásmico, de esos que te dejan caliente hasta la próxima quedada.
Que sí, que esto de dejar correr las preguntas incómodas y que la creatividad ajena invente es maravilloso para salir del paso. Si a esto le sumas una serie de detalles, el otro se montará la película de su vida y tú no habrás hecho otra cosa que omitir.
Pero este ocultamiento tiene más caras; cuando más funciona esta táctica es cuando la persona con la que has quedado no te gusta absolutamente nada, ahí es cuando realmente trabaja tu mente: "oye, si piensa que tengo pareja, no solo no lo voy a negar, sino que me voy a deleitar en detalles propios de Sexo en Nueva York".
Puede resultar absurdo, pero lo cierto es que nos encanta afirmar cosas que ni siquiera sabemos, así que aprovéchalo para sacar ventaja en el juego. Y si lo del misterio no funciona, siempre queda Google. El buscador será tu salvador cuando tengas que fingir que has visto una película, aprovecha para ir al baño y vuelve hablando de Cinema Paradiso como si no hubiese mañana. Sabes que en el fondo aprovechas tus citas para hacer el papel de tu vida, siempre quisiste subirte a un escenario y este es tu momento.