Vamos a aceptar otra verdad absoluta de la vida: hay gente que nos cae mal porque sí, sin muchos más argumentos. Hasta ahí todo correcto, no podemos ser amigos de todos, no existe tanta bondad en el universo. Pero la cosa cambia cuando la persona que te cae mal de manera random es la pareja de tu amigo. Porque se nota. Porque tu amigo se va a dar cuenta. Porque no lo va a entender. Porque, cuando te pida explicaciones, no vas a tener ni puta idea de qué decirle. Así que vamos a intentar eliminar el problema antes de que pase, como si nuestra vida fuese “Minority Report”, y buscar la manera de tolerar a esta persona, y ya de paso, ser un poco menos ‘haters’.
1. Busca algo en común, empezando por los básicos: música, series y cine.
2. ¡Bingo! Le gusta el cine. Fantástico. Hablemos sobre ello como si no hubiese mañana.
3. Si tras 3 minutos de conversación/discusión sobre tu director de cine favorito, pongamos por ejemplo, Lars Von Trier, te suelta una frase del tipo “nunca he visto una peli suya, pero es una mierda”, aborta misión. Solo te está dando motivos para que le odies aún más.
4. Probemos con festivales de música. Eso le gusta a todo el mundo, y da lugar a hablar de magníficas anécdotas del pasado, y quién sabe si puede acabar en un arrebato de amistad inesperada, propiciada por vuestro amor al indie pop.
5. Si esto tampoco funciona porque es de esas personas que: a les gusta Pablo Alborán. B Va de 'cooltureta' extremo y te está poniendo de los nervios, aborta misión again y enciérrate un rato en el baño.
6. Durante tus momentos de reflexión/encierro, sobre todo, no te tientes a recordar los grandes momentos que pasabas con tu amigo antes de que viniese con ‘mochila’ veáse ese novio/a que le acompaña a TODAS partes.
7. Seguramente esta persona también está haciendo esfuerzos para conectar contigo. Seguramente te hable de Narcos o Juego de Tronos, que “son buenísimas, ¿verdad?”.
8. Lástima que tú no puedas incorporar nada a esta conversación, porque vistes la primera temporada, pero no entendiste ni un 10% de lo que decían los que hacían de colombianos. De hecho, aún sigues sin entender por qué subtitulaban la parte en inglés –que era lo único que entendías- y no la de español.
9. Puesto que los tópicos de conversación no están dando resultados, es momento de comenzar a fingir que somos simpáticos. Es fácil, solo tienes que imaginar que esa persona te cae bien de verdad.
10. Pero cuidado, no te pases, a ver si se va a pensar que estás flirteando. Recuerda que los amigos de tu pareja están prohibidos. Y lo prohibido mola. Conclusión: peligro, 80% de posibilidades de surrealismo.
11. Hagas lo que hagas, no le pongas la mano en la rodilla para crear cercanía, casi todo el mundo cree que es la señal inequívoca de que les gustas. Y eso podría terminar justo como no querías: peleándote con tu amigo.
12. Tampoco vale lo de ignorarle y hablar solo con tu colega. Eso es penalti y expulsión. Maleducado.
El tiempo se acaba. Las opciones se agotan. Gracias por participar. A partir de ahora serás “el amigo borde de mi churri”. Es lo que hay. Tu colega te excusará diciendo que la culpa la tiene tu timidez y cabezonería, y con eso iréis tirando algún tiempo, hasta que se te ocurra un plan mejor o con un poco de suerte, tu colega cambie de novio/a por alguien que te mole más, o lo que sería aún mejor, por la soltería. Suerte, mucha suerte.