"Ale, tú que eres psicóloga, esto como lo ves..." dicen muchas veces mis amigos y familiares. Sí, tengo un grado en Psicología, pero eso no significa que tenga todas las respuestas. Hace un tiempo que las dudas van a más y entre que soy embajadora de una marca de juguetes sexuales y que he empezado un máster en Sexología… de repente ya soy sexóloga para mis amigos.
Si leen esto mis colegas dirán: anda ya flipada, si nadie te preguntamos jaja. Lo que ellos no saben es que siempre vienen en privado, de uno en uno, en petit comité. Voy a empezar a cobrarles la consulta.Y yo que tan solo soy una mera aprendiz, una sexóloga en creación, una más, pues respondo como puedo desde mi experiencia y poca formación.
¿Tú cómo te masturbas? ¿Cúal es la media normal de follar en pareja a la semana? ¿Usas los juguetes con tu novio? ¿Realmente es tan guay el satisfayer? ¿Tú quieres follar siempre? ¿Es normal que no me corra? ¿Tú ves porno? ¿Todas las tías hacéis squirting? ¿A ti te gusta que te peguen? Follando digo, en plan, un poco. ¿Cómo le digo a mi chico que no me gusta como me toca? ¿Tú cómo la comes? Y un largo etcétera.
Me resulta curioso que muchas de sus preguntas comienzan por ¿es normal que…? Y yo os pregunto ahora a vosotros lectores, ¿qué es lo normal?
Toda la información sexual que nos llega a través de los medios convencionales es terriblemente normativa. Relaciones heterosexuales, grandes gemidos, penetración y una eyaculación masculina final que cierra el coito. Pero, DÓNDE SE ENCUENTRA TODO LO DEMÁS. Los juegos, la erótica, esos tan mal llamados preliminares, las caricias, las dudas, la comunicación, los besos… todo lo que engloba la sexualidad y en definitiva lo que nos lleva a poder disfrutar más y mejor de la misma. Todo eso que muchas veces no aparece en nuestros referentes es lo que más preguntas genera a muchas personas.
No hay un normal para la sexualidad. Lo importante es que tú como individuo disfrutes. Partiendo de esa base, procedo a intentar responder a mis amigas.
¿Tú cómo te masturbas? De adolescentes nos daba pánico reconocer que nos masturbábamos y ahora me veo regalando vibradores a todas mis amigas y hablando abiertamente de ello. La Ale de quince años lo flipa. Cómo que cómo me masturbo. Realmente entiendo la pregunta pero me resulta interesante el por qué. Volviendo a los referentes, cuando le pido a mi novio a un amigo que están ahora mismo aquí en mi casa que se imagen a una persona con vulva masturbándose los dos generan la misma imagen mental: una mano que baja y primero acaricia el clítoris pero acaba con los dedos dentro. Por esta imagen me preguntan mis amigas. Muchas de nosotras nos masturbamos sin ningún tipo de penetración, frotándonos, masajeando y ahora, por ejemplo, con el satisfayer. Sin penetración hay placer, por mucho que el sistema nos cuente lo contrario. Por eso preguntan, por ese sentir común de: ¡a mí también!
¿Cúal es la media normal de follar en pareja a la semana? ¿Usas los juguetes con tu novio? ¿Tú quieres follar siempre? Este es el tema que quema. Noto muchísimo un miedo común a no follar lo “suficiente”. No, no siempre quiero follar. Sí, uso los juguetes con mi novio. No hay una media, folla lo que te apetezca. No tienes que cumplir un cupo de días con tu pareja. No debes follar si no te apetece y desde luego tu pareja jamás debería hacerte sentir culpable por no querer, ni forzarte a hacerlo.
Siento que hay una gran falta de comunicación respecto a este tema en muchas parejas. Otra pregunta que se repite es: al vivir juntos, ¿qué pasa si uno se quiere masturbar o si se masturba cuando no estás en casa? Esto me sorprende. Hay miedo a que la masturbación de uno de la pareja lleve a una inhibición del deseo. En plan: si mi novio se masturba es porque no le pongo; ya no va a querer follar luego; no soy suficiente; por qué se masturba si estoy yo aquí… Pero vamos a ver ¿qué problema hay con que tu pareja se masturbe? Esto ya os lo digo como amiga, no como sexóloga que no soy aún: siéntate a hablar esto, ¿tú te masturbas?, pues él/ella/elle también. Fin.
Los miedos son comunes, veo cómo se crean patrones en muchas de las preguntas que recibo y de verdad, este último es un bombazo junto al de ¿cómo le digo a mi chico que no me gusta como me toca? Pues diciéndoselo. ¿Sabéis estas pelis donde dos personas se conocen una noche de copas y acaban follando y la conexión es máxima, no hablan, solo fluyen y es el mejor polvo de sus vidas? Pues esto no es lo que suele ocurrir. Necesitamos hablar en el sexo. Comunicarnos, decir: por ahí me gusta. Sí, sí, sigue. No, esto no. ¿Y si probamos esto? A mí me gusta esta postura. Mejor tócame así, mira, sí, eso es. HABLAR. Si los protas de las pelis tuvieran comunicación sexual y además se viese de vez en cuando un preservativo, BUM, MAGIA, estaríamos además de disfrutando de una peli, educando.
Y si siguen las dudas:
Yo qué sé, estamos muy perdidos aunque parezca que somos los dueños del sexo, unos máquinas, unos folletis, lo más en Tinder… qué va. Pero creo que lo mejor es reconocerlo, verbalizar y compartir nuestras dudas y miedos con los amigos para así no sentirnos solos y aprender cosas nuevas. Si tenéis la suerte de que en vuestro grupo haya una sexóloga pues mejor, pero como no suele ser el caso, compartid entre vosotros, que también eso es muy nutritivo. Los miedos y fetiches de los demás suelen ser también los nuestros.
La sexualidad va más allá de coito y cuanto antes nos abramos a explorar, más disfrutaremos. Y si queréis un último consejo, menos porno y mas preguntar y jugar con tu compañero/a sexual. De nada.