Señales que indican que necesitas descansar de una vez

El sedentarismo es muy perjudicial, pero el frenesí constante también

Mantenerte en movimiento es saludable. Al fin y al cabo, el sedentarismo físico y la pasividad psicológica suelen ser contrarios al bienestar a largo plazo. Sal a caminar por las mañanas. Pégate una buena sesión de pilates. Apúntate a clases de cerámica. Queda con colegas que tengas un poquito abandonados. Dale vida a tu vida. Pero con moderación. Porque, según dicen desde la revista GQ, a veces alcanzamos tal velocidad existencial que comenzamos a hacerle más mal que bien a nuestro cuerpo y nuestra mente. En este sentido, añaden, “es fundamental que aprendamos a reconocer las señales que nos envía nuestro cuerpo y que nos indican que es momento de frenar y descansar bien”.

Por un lado están las señales emocionales. Al parecer, y cuando el estrés te conquista bien duro, aparecen en tu día a día invitadas indeseables como la irritabilidad, la ansiedad, la confusión o la desmotivación. “Dejaremos de tener interés por las cosas que nos gustan y, cuando las practiquemos, ni siquiera las disfrutaremos tanto porque las veremos como un guion más en nuestra lista de tareas y nos sentiremos sobrepasados por la situación”. No te detendrás a escuchar los pájaros cuando salgas a caminar en la mañana. No te quedarás a charlar con la entrenadora de pilares. No te pondrás genuinamente creativx en tus clases de cerámica. No conectarás de verdad con tus colegas.

Tu humor y estado de ánimo puede verse afectado

Al mismo tiempo, y fruto de tu inestabilidad emocional, surgirán las señales sociales. Como apuntan desde el citado medio, “el estrés no solo nos influye a nosotros, sino también a las relaciones que tenemos con los demás: esto se debe a que tendemos a descuidarlas y a estar de mal humor, haciendo que contestemos peor o nos enfademos con más facilidad”. La persona maravillosa que siempre eres, llenx de escucha activa, de sentido del humor y de paciencia, se convierte en una criatura egocéntrica y agresiva. Y si esa condición se extiende en el tiempo, si tu versión estresada se cronifica, muchas de tus relaciones pueden estallar por los aires. Especialmente las románticas.

¿Y sabes qué más puede estallar durante tus periodos de saturación físico-mental? Tu sistema inmune. Sí, “cuando llevamos un ritmo de vida frenético nuestro cuerpo se debilita porque, además, tendemos a cuidarnos menos, y lo más probable es que nos pongamos enfermos más a menudo”. Además, bajo estas circunstancias también tienes más probabilidades de desarrollar problemas digestivos. ¿Te reconoces en estas señales? Pues es hora de tomarte un descanso. No obstante, y según lxs expertxs, debes centrarte en diseñar una vida sostenible en lugar de andar saltando de periodos de reventón a periodos de inactividad. Busca el equilibrio. Ahí está siempre la alegría.