Una de las cosas más bonitas de la vida es que puedes sorprenderte a ti mismx. Da igual cuánto tiempo dediques al autoconocimiento y con qué intensidad analices tu propio comportamiento: habrá situaciones en las que tus emociones no sean las que esperabas que serían y en las que tu manera de reaccionar sea totalmente inesperada. Imposible de predecir. Como esa vez que, en lugar de permanecer al margen durante una pelea, un instinto muy profundo te hizo intervenir valientemente. O esa otra en la que mostraste un amor propio que no imaginabas que estaba ahí. O aquella otra en la que tu autoconfianza falló y te quedaste sin palabras en medio de una situación delicada.
Puede pasar. Como dice la estratega personal Megan Dalla-Camina, “es cierto que todo el mundo sufre falta de confianza de vez en cuando, incluso las personas más establecidas, equilibradas, articuladas y aparentemente seguras de sí mismas del mundo”. Y tiene una lógica básica: la confianza en ti mismx no es una propiedad estática sino dinámica, y determinados escenarios pueden sumergirte en una espiral de dudas y de desubicación que hagan que un buen día, sin previo aviso, sientas que te vienen grande momentos que normalmente navegarías con la másabsoluta de las calmas. En casos así, añade esta experta, necesitas hacerte varias preguntas claves identificar tu tipo de bloqueo.
¿Cuándo son los momentos en los que me siento menos segurx? La respuesta a esta primera pregunta servirá de aproximamiento a la verdad, la cual deberás terminar de rematar con esta otra pregunta: ¿Hay factores desencadenantes particulares en esos momentos que estén afectando a mi confianza? Puede ser el entorno, puede ser la falta de preparación previa o puede ser, y a menudo lo es, alguna persona en particular. Quizá porque tu visión idealizada de ella te imponga. Quizá porque se muestre muy distante. O tal vez, y esto es muy importante que lo descubras, porque es una de esas personas maquiavélicas que disfrutan bajándote la moral y quebrando poco a poco tu autoconfianza.
A continuación, y una vez tengas toda esa info en tus manos, una vez sepas de dónde viene tu bloqueo de confianza, deberás preguntarte ¿qué relatos me cuento a mi mismx cuando me siento menos segurx? Al fin y al cabo, cabe la posibilidad de que sea tu propia voz interna, a menudo tan segura, la que en situaciones confusas tiende a hablarte mal y hundir aún más tu autoestima. Analízalo. Escúchala y descubre de qué manera ahondan en la herida esos relatos. Por último, y para darle la vuelta a la tortilla, pregúntate qué factores aumentan tu confianza, qué relatos te ayudan a sentirte poderosx y qué fortalezas escondes. Te sorprenderá aprender cuán resiliente puedes llegar a ser.