Por qué te vuelves tan cruel cuando sufres dolor

Tu cerebro retira recursos cognitivos de las áreas de procesamiento de la información social para asignarnos a las áreas de procesamiento del dolor

Seguro que recuerdas algunos momentos en los que fuiste especialmente cruel con alguien que querías a causa del dolor físico. Quizá de una muela. Quizá de la cabeza. O tal vez de la regla, que puede llegar a ser especialmente dolorosa. La cuestión es que estabas tan irritable que la empatía desapareció por completo de tu mente. Ahí dentro solo había rabia. Y la proyectaste contra todas las personas que estaban a tu alrededor. Por supuesto, lo que escuchaste de vuelta cuando te disculpaste más tarde fue que "eso del dolor es solo una excusa". Y aunque es cierto que nadie debería tratar mal a nadie, la realidad es que la influencia del dolor en la ira está lejos de ser una excusa.

Recientemente un equipo de investigación de Shangai reunió a 59 personas para someterlas a diferentes situaciones estresantes mientras a unas se les administraba un irritante químico en la piel y a otras no. Los resultados, publicados en la revista especializada Social Cognitive and Affective Neuroscience, "revelaron que el grupo de dolor respondió aún más agresivamente a la retroalimentación negativa que el grupo de control", además de responder "más agresivamente a la retroalimentación neutral e incluso positiva, lo que sugiere que el dolor aumenta la agresividad independientemente del tipo de retroalimentación", según cuenta el experto Hal McDonald en Psychology Today.

La base biológica de este fenómeno

Simplemente estás más cabreadx. Tu biología te impulsa a ello. En concreto, y como revelaron las exploraciones mediante resonancia magnética funcional, "el grupo de control respondió tanto a la retroalimentación negativa como a la positiva con una mayor activación de la ínsula derecha, la corteza cingulada anterior y la corteza orbitofrontal izquierda". El grupo de dolor no. Y eso explica mucho: la primera se encarga de iniciar señales de control apropiadas, la segunda controla la relación del dolor con los procedimientos cognitivos y la tercera interviene en la toma de decisiones. Cuando sufres, olvidas lo apropiado, piensas con dolor y tomas peores decisiones.

¿Por qué? La hipótesis de lxs investigadorxs es el reparto de recursos. En palabras del propio McDonald, "las partes del cerebro que normalmente están involucradas en representar y procesar la información social están demasiado ocupadas procesando lo desagradable del dolor", con lo cual no pueden "asignar recursos cognitivos a otros estímulos del entorno". Tu cerebro no es omnipotente. No puede estar a todo. Y si te duele algo profundamente va a centrarse en ello. Es comprensible. Esto puede ayudarte a entender tu propio comportamiento para tratar de contenerte, así como para entender el de los demás cuando sufren. Al fin y al cabo, estamos hechos todos con el mismo cableado.