Existe polémica en el mundo de la paleontología acerca del momento en que los seres humanos empezamos a domesticar a los perros. Aunque los primeros restos descubiertos datan de alrededor de unos 15.000 años atrás, algunos expertos sugieren que podría haber sido muchísimo antes: hace 30.000 años. Y, sin embargo, pese a no separarse de nosotrxs ni un instante, aún desconocemos muchas cosas de ellos. De hecho, hemos tardado bastante en probar que son lo suficientemente inteligentes para detectar mentiras. No es raro que sigamos pensando que ven en blanco y negro. Pero no. Así no es cómo tu perro ve el mundo.
Porque, como asegura en un artículo para Psychology Today el especialista Stanley Coren, de la Universidad de Columbia Británica, "los perros sí ven colores, pero muchos menos colores que los humanos". Y esto viene provocado por la variedad de conos capturadores de luz que tenemos una y otra especie en los ojos. El caso humano es más conocido: poseemos tres tipos de conos diferentes que nos permiten ver el universo de la manera en la que lo hacemos. Los perros, por su parte, poseen únicamente dos clases de conos, razón por la cual no pueden captar la totalidad de los colores que captan nuestros ojos.
Por ejemplo, las personas percibimos siete colores en el arco iris: violeta, azul, verde azulado, verde, amarillo, naranja y rojo. Esto resulta completamente imposible para los perros. En su lugar, y en caso de que tu perro sea especialmente contemplativo y tuerza el cuello lo suficiente para mirar al cielo y contemplar un arcoíris, verá los siguientes colores: azul oscuro, azul claro, gris, amarillo claro, amarillo oscuro y gris muy oscuro. En palabras de Coren, "los perros ven los colores del mundo como básicamente amarillo, azul y gris". Son menos colores, pero no viven en una película de Charles Chaplin. Hay mucha diferencia.
Eso sí, debemos tener en cuenta esto para dejar de putearlos inconscientemente, como cuando le compras a tu perro un muñequito rojo. "Cuando tu propia versión de Lassie pasa de largo junto al juguete que le arroja, podría no ser por necesidad o distracción. Podría ser tu culpa por elegir un juguete difícil de distinguir entre el pasto verde de tu jardín", agrega este psicólogo estadounidense. Andamos por ahí pensando que nuestros perros son medio tontos cuando simplemente somos nosotrxs quienes ignoramos cosas imprescindibles de ellos. A veces nos creemos esa fantasía humana de que somos la medida de todo.
Después de todo, los seres humanos tampoco vemos todos los colores. Existen partes del espectro lumínico que no somos capaces de registrar, como son los rayos infrarrojos, los rayos ultravioletas, los rayos X o los rayos gamma. Cada especie ha evolucionado paulatinamente para adaptarse a sus necesidades específicas. Y comprender la manera en la que tu querida y entrañable mascota percibe la realidad puede ayudarte a tener una relación más consciente con ella, además de cuidarla todavía mejor. Ah, y antes de marcharnos, un pequeño mind-blowing: los colores en realidad no existen. A disfrutar juntos de la ilusión.