A veces es necesario tocar el fondo para levantarse

Cuando entras en un estado de caída libre incontrolada, finalmente no te quedará otra que levantarte y aprender de lo vivido.

"Levántate ya, pero ya mismo, ve a tu habitación, date una ducha y ponte lo más guapa que puedas; mírate al espejo, respira hondo y deja de pensar, todo lo demás pasará solo. Por suerte, el tiempo pasa y se lo lleva todo consigo, aunque cuidado, como todo en la vida, deja algo a cambio".

Cuando algo te toca tanto el alma que es capaz de eclipsar todo lo que pasa en tu vida, entras en un estado de caída libre incontrolable que produce hasta dolor físico. Sin embargo, a veces es necesario caer tanto que solo te quede levantarte. Algunos lo llaman depresión, yo prefiero llamarlo Anhedonia, ¿por qué? Pues quizás porque la palabra depresión está tan "recalentada" que lleva consigo connotaciones con las que quizás nadie quiera sentirse nunca identificado, y sin duda, para salir de ese estado tienes que poder identificarte con él.

Pues bien, la Anhedonia es la incapacidad para experimentar placer, la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros. Desde fuera, la gente te dirá mil cosas que posiblemente no te harán sentir mejor, nadie está en tu piel para sentir lo que tú ya no sientes ni padeces, pero ojo, recuerda que aunque todo pasa, tal y como alguien me dijo un día y he citado al empezar, algo se queda a cambio, algo que condicionará tu manera de ver las cosas el resto de tu vida, algo que podría ser muy valioso.

Por si tuviéramos la suerte de compartir el mismo "tipo de Anhedonia", contaré cuatro cosas que sigo aprendiendo.

1. Stand By

Estado de máximo 72 horas para autocompadecerse y caer hasta tocar fondo. Empieza la cuenta atrás, puedes estar 4.320 minutos sin hacer absolutamente nada, sin salir de casa, llorar hasta secarte, llevar pelos de loca y vivir simplemente en horizontal; te vendrá bien. A partir de la hora número 65, deberás empezar a pensar que ya está bien. Relee la frase del inicio  del artículo y, aunque te cueste, hazlo. Es el principio del final. Creo que darse un tiempo razonable pero limitado para sufrir tu dolor es muy importante para cansarte de ti mismo, y, algo muy importante, lo que te queda de esto para el resto de tu vida es recordar esos 259.200 interminables segundos que pasaste.


 2. Actitud

Para que algo pase tienes que querer que pase, pero cuando te encuentras en ese estado en el que todo te da igual y nada te produce placer, es difícil querer algo que aparentemente y a corto plazo no te va a producir ningún escalofrío. Encuentra la manera de salir de tu cuerpo, observarte desde fuera y tomar el control de la situación. Esto a los géminis bipolares se nos da de miedo, siempre tenemos la oportunidad de ver una situación desde más de un punto de vista y nos permite incluso poner en duda decisiones que nosotros mismos hemos tomado. Sí, la famosa inteligencia emocional que si consigues encontrar te hará la vida, mínimo, más fácil, porque te da la oportunidad de relativizar la importancia de las cosas y "controlar" el sufrimiento.


3. La Paciencia Es La Madre De La Ciencia

Pretender estar bien en dos semanas es bastante complicado y genera tres sensaciones que ahora mismo no necesitas: expectativas, ansiedad y presión. Las expectativas pueden ser como las drogas: todo lo que sube, baja. No es momento de esperar nada de nadie que no seas tú mismo, ya habrá tiempo para esto. En cuanto a la ansiedad y a la presión, te harán sentir como si alguien te estuviera persiguiendo constantemente; pero párate y piénsalo: nadie, absolutamente nadie, te persigue.

Relajarse y asumir que no es el mejor momento de tu vida pero que la vida sigue sin presiones quizás te dé la oportunidad de estar en un estado cómodo y estable que te permita ir disfrutando de pequeñas cosas de la vida que quizás te vayan sorprendiendo.


4. EgoLifestyle

EgoLifeStyle como forma de vida. Sin duda, esto es lo más importante que he aprendido. Nunca, jamás, vuelvas a poner a otra persona como centro de tu universo. Nunca, jamás, vuelvas a poner en dependencia de alguien tu estado de ánimo y nunca, jamás vuelvas a pensar que no puedes vivir sin otra persona, porque sin quien no puedes vivir, es sin ti mismo. Y eso, ojo, no es filosofía ni teoría barata, es física y ciencia. Así que toma nota y haz aquellas cosas que a ti te hacen sentir bien, mantén cerca y preocúpate siempre por las personas que te hacen la vida más bonita y ocúpate de estar bien y remontar de los malos momentos.