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No es una casualidad el hecho de que, en la actualidad, las enfermedades más comunes sean el estrés y la ansiedad. Vivimos a las carreras, “infoxicados” e indecisos ante el sinfín de caminos que podemos recorrer; y es en la hora cero, ese momento en el cual debemos tomar decisiones, donde solemos perder la cabeza. ¿Por qué?
No hace mucho escuché a alguien decir que odia tomar decisiones. No es para menos: cuando estás atosigado de información y sin mucha orientación eres vulnerable a sufrir de ansiedad y casi inmediatamente de estrés. Tomar decisiones es así, porque tememos equivocarnos, lo cual nos hace sentir tentados a evadir las responsabilidades, o peor aún, delegarlas. Pero la vida es una constante toma de decisiones, y debes aceptar esta realidad cuanto antes para poder empezar a trabajar en una virtud tan olvidada como necesaria: la paciencia.
La paciencia, una de las mejores virtudes que podemos poseer, es precisamente ese amigo invisible que te acompaña fielmente en momentos de ansiedad e inquietud, pero solemos despreciar su amistad. La paciencia es entendimiento, aceptación, coraje y combustible para ir de frente ante cualquier camino por el cual decidamos aventurarnos. Es confianza y seguridad en nosotros mismos, en nuestras propias capacidades y en la certeza de que, sea cual sea el resultado, estaremos satisfechos con nuestra actuación porque daremos lo mejor de sí. Que las mejores cosas se logran despacio es sencillamente la aceptación de que todo en esta vida requiere de tiempo.
Ser pacientes no significa en absoluto que no podemos gritar cuando sentimos que ya no podemos más, o que siempre iremos dando cada paso con la mayor lentitud posible. Para alcanzar nuestros objetivos necesitamos proactividad y una buena dosis de energía; si lo hacemos en más o menos tiempo dependerá solo del ritmo de cada quien.
Las mejores cosas de la vida se logran en silencio, porque aquel que hace mucho escándalo y presume en exceso de lo que “tiene”, seguramente está utilizando toda esa bulla para tapar su infelicidad o insatisfacción. La discreción, hacer las cosas queriendo pasar desapercibido, es una característica típica de quien tiene calculado cada paso que da y está concentrado en el objetivo. No mira a los lados buscando aprobación y mucho menos lo hace para tratar de humillar al que poco a poco intenta crecer.
¿Sientes constantemente ansiedad o te notas estresado? Busca en los rincones de virtudes olvidadas y seguramente hallarás el remedio, solo así lograrás lo que te propones. Relax, que más vale llegar tarde que no llegar.
Crédito de la foto: Matt Hill Música: Matt Hill Locución: Jesús Ranchal
La música empleada en esta locución está registrada bajo una licencia Creative Commons