Los tres pilares para tener una vida feliz

Cuando se dan todos estos pilares juntos, retroalimentándose los unos a los otros, surge la satisfacción y la felicidad

En ocasiones, y debido al nivel de obsesión que se alcanza, puede parecer que la búsqueda incesante de la felicidad es una búsqueda moderna y exclusiva de occidente. Se escriben miles de libros sobre ella. Se dan infinidad de charlas. Se debate en cientos de podcasts. No obstante, una mirada más profunda, como la llevada a cabo en esta revisión sistemática por un equipo internacional de investigadores, demuestra no solo que todas las culturas han perseguido y persiguen la felicidad, sino que existen tres pilares fundamentales de la misma que se repiten en todas ellas: la salud, la esperanza y la armonía. Si tienes eso entre manos tienes muchas papeletas para sentirte dichosx.

Pero necesitas tenerlas todas a la vez. Como explica el psiquiatra Grant Hilary en una publicación para Psychology Today, “queda claro que la salud, la esperanza y la armonía forman un ecosistema vivo que es parte de nuestro día a día”. A diferencia de otros falsos ídolos como el éxito o la fama, estos pilares se cuelan en tu perspectiva, en tu estado anímico y en tu comportamiento cotidiano, por lo que tienen un impacto muy significativo. De la salud, por ejemplo, hay muy poquito que decir: solo cuando la pierdes parcialmente te das cuenta de lo valiosa que es en tu vida y solo deseas recuperarla por encima de todo. Sin ella no hay felicidad que valga. No al menos una profunda.

La esperanza, por su parte, y según el propio Hilary, “cubre varios elementos de propósito, metas, intención y crecimiento personal”. Es el impulso ilusionante para seguir adelante y actuar, la motivación por las pequeñas y las grandes cosas, la mirada optimista que hace que el mundo luzca mucho más bonito. Que den bastantes más ganas de estar en él. Además, un alto grado de esperanza aleja los terribles fantasmas de la anhedonia, la desidia o la depresión, lo que supone proteger tu salud mental. Y la salud mental es salud. Mantener la esperanza viva es el mejor camino para mantener vivo aquel primer ingrediente de la salud. Todo está conectado. El ecosistema vivo.

Y por último está la armonía: armonía en tus relaciones familiares, armonía en tus relaciones sociales, armonía con el ambiente que te rodea y armonía con la cultura que te rodea. Incluso armonía espiritual. Estar en consonancia con todos esos recursos claves para tu bienestar -tus seres queridos, tu entorno, el universo...- te acerca mucho más a la satisfacción y a la felicidad que andar en conflicto. Y ojo: los conflictos son parte de la vida y, debidamente gestionados, te ayudan a crecer, pero siempre orientados a una armonía final. Vivir siempre a la gresca es una senda segura a la infelicidad. Un billete hacia la miseria. Es hora de priorizar lo que de verdad importa.