“Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma” es una frase verídica y hermosa del poeta William Ernest Henley que debería guiar tu vida en todo contexto. No andes inventando excusas o colocándote limitaciones, eres fuerte y capaz de llegar hasta donde desees. En tu mente reside el poder para atraer la energía, oportunidades y situaciones que harán de tus sueños la más bella de las realidades.
La vida es un viaje mágico: puedes aprender, compartir, amar y sentir un sinfín de emociones de manera única, y es tan maravilloso el simple hecho de respirar, que no vale la pena dejar que los obstáculos te derroten; ellos son sólo una pieza más de nuestro ascenso a la felicidad. Lo importante es recordar que todo es posible en tu vida.
¿Por qué es valioso vivir así? Muchas veces te dejas influenciar de todo lo que sucede a tu alrededor, y esto es normal porque como humanos tendemos a captar el entorno para adaptarnos a él, sin embargo, el problema inicia cuando tu vida empieza a alejarse de tus metas y pasiones. Nunca permitas que los demás o las circunstancias, borren o siquiera modifiquen negativamente lo que eres. La vida sólo tendrá sentido en el momento en que en verdad empieces a vivir, y esto ocurre apenas sigues tu pasión con todo tu corazón, así que ánimo, no te rindas jamás; si no has encontrado algo que te haga vibrar de emoción, no te preocupes, tarde o temprano lo hallarás.
Ahora, si bien es cierto que los incentivos económicos y el prestigio son pilares importantes, se vuelven totalmente obsoletos cuando los alcanzas con algo que no amas hacer. Recuerda: el dinero es papel, y por más grande que sea la cantidad, en el instante que mueras no servirá. Reflexiona esto, es más gratificante recibir la muerte en la vejez pensando en las grandes proezas que se vivieron y no en la inmensa suma de dinero que se recolectó. Ahí está la diferencia entre una vida perfecta y una vida vacía.
Por tanto, la existencia ya es en sí una oportunidad maravillosa. No la desaproveches pensando cada noche cómo vas a pagar las facturas, martirizándote por tener que ir al día siguiente a trabajar recibiendo humillaciones de toda clase, o haciéndote creer a ti mismo que sólo eres un pobre mortal. No te engañes más y revienta ya las cadenas de la frustración y el aburrimiento. Naciste libre: tienes el derecho de escoger cómo quieres vivir, hasta dónde quieres llegar y con quién deseas estar. Lucha por tus sueños. Esfuérzate por reunir lindos recuerdos con los cuales rías cuando seas anciano, que puedas morir feliz con una sonrisa en los labios.
No lo pienses más. Adquiere una mente y actitud positiva. Si quieres ser un médico excelente, descubrir la vacuna del sida, ser un director de Hollywood, el presidente de tu nación, un tatuador reconocido o lo que sea, puedes serlo. No desperdicies más el tiempo. Empieza el día de hoy tu verdadera lucha: tu auténtica forma de alcanzar la felicidad. ¡Cree en ti!
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