Ser generoso está bien pero tienes que medir lo que entregas

A veces, los motivos por los que queremos darle mucho a lxs demás son los equivocados y esto puede ser perjudicial para unx mismx

Seguramente alguna vez has sentido que entregas mucho más de los que recibes. Esto puede haberte pasado en una relación sentimental o en una relación de amistad. Ser una persona generosa implica que has podido cuidar y darle atención a tus propias necesidades y aún así te sobra energía para ocuparte de lxs demás. Hay muchos motivos por los cuales una persona puede ser generosa. Puedes ser generosx porque piensas o esperas que serás valorado por lxs demás, puedes serlo porque te hace sentir bien contigo mismx y también porque te sientes en la obligación de serlo. Dar generosamente es gratificante pero cuando das en exceso y no recibes nada a cambio es cansino porque la energía va en un solo sentido.

Uno de los problemas principales de ser extremadamente generosx es que podemos no darnos cuenta. Es necesario pensar en las relaciones pasadas o actuales y observarlas desde una perspectiva objetiva. Si, por ejemplo, has estado en alguna relación en la que sentías que había un vacío y no sabías de dónde venía, este puede ser uno de los motivos. Para poder determinar si estás siendo muy generosx y no te está haciendo bien, desde Psychology Today han creado los siguientes puntos que debes identificar.

1. Quieres ser la persona más generosa en todas las relaciones porque no solo te hace sentir bien sino también importante.

2. Sientes un poco de culpabilidad cuando alguien es generosx contigo.

3. Las necesidades y los deseos de las demás personas están, casi siempre, por encima de las tuyas.

4. Evitas la mayor parte del tiempo pedir algo a alguien y, si lo haces por fuerza mayor, te genera incomodidad.

5. Detectas que muchas veces entregas en exceso a lxs demás porque buscas cariño y que las otras personas te valoren.

Si has sentido que alguno de estos puntos sucede en tu vida es posible que sientas cansancio o que incluso tengas la sensación de que ninguna de tus relaciones podría llegar a funcionar. La realidad es que “sacrificar tus necesidades en nombre de lxs demás es un estado insostenible”, como asegura la misma web. A veces las características anteriores parecen no coincidir con unx mismx, por ello hay otra manera de averiguar si tu generosidad te está afectando.

1. Identificas que las personas de tu alrededor te hacen muchas preguntas sobre tu oficio o sobre cosas que manejas y en las que podrías ayudarlxs.

2. Has pensado más de una vez: “te di tal cosa, ahora tú me debes una”. Si das para conseguir algo será contraproducente y si estás dando para probar algo o para demostrar algo es posible que salgas perdiendo.

3. Cuando entregas demasiado y las respuestas no son las que esperabas o deseabas puede llegar el resentimiento, con lo cual estarás saboteando tu relación a través de los conflictos.

Para poder compensar esta inclinación a ser tan sumamente generosx comienza a pensar de forma más objetiva y fíjate con detalle en que estás haciendo verdaderamente. Ser generosx es algo bueno, el problema aparece cuando empiezas a ser incapaz de establecer límites.