Si bien es cierto que cuando estamos enamorados extrañar significa distancia, ¿quién puede negar que justo en ese instante descubrimos que la queremos más?
Sí, a esa persona especial y que complementa nuestra felicidad, llenando de emociones cada instante de nuestra vida y robándonos tantos suspiros con cada mirada, con cada sonrisa. Estar lejos no siempre significa “no estar cerca” cuando dos se aman de verdad, porque el simple hecho de preguntarnos “¿qué estará haciendo?” significa que la hemos de pensar, y esa, esa es otra forma de estar. Temerle a la distancia, por muy corta o larga que sea, puede simbolizar ligeramente inseguridad… ¿y si me deja de querer o yo la dejo de amar? Esta es una pregunta para estos casos, tradicional.
Sea que la dejaste en su casa hoy por la noche o que vivan a kilómetros de distancia y no se vean muy a menudo, extrañar significa una sola cosa: quiero estar contigo. Ese sentimiento sirve de prueba caliente para nuestro respeto, nuestra confianza y nuestra fidelidad. Se vuelve todo un reto imaginar que lo que está haciendo no está mal, que tengo seguridad en que no me falta el respeto y que si yo tengo la oportunidad de hacerlo, tampoco le voy a fallar. Te quiero cuando estamos cerca, tanto, que me cuesta explicar; pero cuando yo te extraño, mi vida, te quiero más. Ese sentimiento es verdadero, esas razones son una realidad y no hay motivos para dudarlo si tú también la has de extrañar; porque ambos se complementan... ¿o no es verdad?
Tenerte cerca es genial porque tú me lo permites, cada conversación, cada mirada y cada beso tuyo simplemente me derriten. Disfrutar cada minuto contigo es algo que nunca quisiera dejar de hacer, por muy oscura que esté una noche o muy lluvioso un amanecer; se trata de ti, de mí, y de lo bien que se siente poderte ver. No dudes nunca que cuando no estoy contigo yo igualmente te quiero, porque esa necesidad de tenerte cerca me hacen caer fácilmente en el desespero. Extraño tus besos y extraño tu olor, son simples detalles que hacen que tú para mí seas lo mejor.
Así funciona cuando dos se aman de verdad y se extrañan; se piensan por las tardes, en las noches y, por supuesto, en las mañanas. El tiempo se hace eterno, eso es verdad; pero cuando se encuentran de nuevo ambos vienen con mucho más. Se cuentan cada detalle y aprovechan cada instante; se abrazan, se besan y se comportan como verdaderos amantes. Cuando vuelvan a separarse, la comunicación será esa herramienta que les permitirá mantenerse en contacto, y si ambos se dicen "¡te extraño!" ¿no significa eso que el amor aún está intacto?
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