Cómo encontrar la paz en un mundo ansioso

Reconocer que el mundo vive inmerso en cambios. No intentar anticipar cada uno de ellos. Tomar decisiones al respecto cuando se presenten en tu vida

Vives en un mundo ansioso. Un mundo en el que la civilización se encuentra más expuesta que nunca a los cambios. Tanto tecnológicos como culturales e incluso climáticos. Hay cierta sensación de impredecibilidad en el ambiente. De vertiginosidad. De que debes estar preparado para adaptarte a cambios repentinos que pueden ocurrir en cualquier momento. Como dice en un artículo para Psychology Today el psicólogo Robert Puff, autor del popular Happiness Podcast, esto "puede crear mucha ansiedad, mucho estrés y mucha preocupación". Pero puedes modificar tu actitud para llevarlo todo mucho mejor.

Empieza con la aceptación. En palabras del propio Puff, "necesitas darte cuenta de que el cambio es parte de la vida ahora". Que habitas un planeta y una sociedad frenética y llena de incertidumbre. Que las cosas pueden ser muy diferentes mañana. Y esto no significa que debas abrazar cada uno de los cambios. "Puedes encontrar una cabaña en la montaña y vivir una vida sencilla. Puedes no involucrarte con cada tecnología disponible. Puedes conservar tu coche antiguo". Puedes decidir resistirte al cambio de manera individual, pero debes aceptar que está produciéndose de manera global. Ahí afuera.

Toma tus propias decisiones

Esta es la segunda parte importante de tu proceso de adaptación: la toma de decisiones. Eres libre de no subirte a determinadas olas que la sociedad de consumo trae a tu puerta. Eso sí, recuerda que "cuando luchas activamente contra el cambio se vuelve más difícil todo". Lo importante es que tomes las riendas. Que tú elijas tus caminos. Que respondas desde tu autonomía a los distintos episodios de cambio. Es lo que te proporcionará cierta sensación de control. Incluso si vas contra marea y la cosa se pone dura. Incluso si decides vivir sin teléfono. La decisión fue tuya. La ansiedad no apretará tan fuerte.

No obstante, y esta es otra de las claves para adaptarse a un mundo hípercambiante, tienes que esperar al momento justo para tomar decisiones respecto a los cambios. No anticipes. No intentes escoger caminos mucho antes de que se produzcan. Eso es caldo de cultivo para el estrés y la ansiedad. Como dice Puff, "tiendes a abrumarte cuando piensas demasiado en el futuro". Tu cuerpo se tensa. Tu mente se entrega a una sinfonía de pensamientos compulsivos. "Tienes que centrarte en lo que debes hacer hoy. Preguntarte: ¿qué haría que este momento saliera bien? Dejas de sufrir cuando caminas pasito a pasito". 

Por último, has de enfocarte en un cambio a la vez. No reflexiones acerca de cómo mudarte a un pueblo, cambiar de trabajo sin arruinar, renunciar a la tecnología, hacerte vegano y tener dos bebés. Es demasiado. "Sugiero hacer una cosa primero y esperar hasta que esté completamente hecha antes de pasar a la siguiente tarea". Incluso si todas esas posibilidades de cambio están ante ti. Además, así tendrás más tiempo para profundizar en esos potenciales cambios. Puede que descubras que alguno no es finalmente el correcto. Que solo te dejaste llevar por la naturaleza cambiante de este mundo. Calma.