A mediados del año 2020 había más de dos millones de personas 2020 en España. Y muchos de ellos eran jóvenes como tú. Una enfermedad mental terrible que va mucho más allá de la tristeza. Es desesperanza. Es soledad. Es desconfianza de la propia mente. Es una situación oscura que resulta difícil de comprender en toda su complejidad para quienes nunca han tenido la mala fortuna de padecerla. De ahí que resulte difícil confesarlo. Como dice el psicoterapeuta Myron Nelson en 2020, "si solo dices 'estoy deprimidx' puede que no entiendan verdaderamente lo que significa. Entonces, ¿cómo comunicarlo?
¿Qué te llevo hasta ahí?
Para Nelson la clave está en convertir tu experiencia en una historia. Y no se trata de que te comportes como un cuentacuentos y crees una obra artística. Es mucho más sencillo que eso. En realidad, la idea del experto es que narres los acontecimientos por orden cronológico y estableciendo, en la medida en que seas consciente de ello, las causas y las consecuencias de los mismos. Es decir, ¿qué crees que te llevó hasta ahí? Es crucial transmitir esta información a los demás. Primero, porque les permite comprender mejor cómo te sientes. Y, segundo, porque resulta muy beneficioso para ti hacerlo. Sentir que no estás solx en esto.
No es sencillo. La depresión está en ocasiones unida irremediablemente a sentimientos de vergüenza, culpa o pena que no quieres compartir con los demás. Pero es precisamente eso lo que agrava la situación. Te hace sentir aisladx. Así que no cuentes la historia a medias. No la relates como quien cuenta el argumento de la nueva serie de HBO Max. Profundiza. Explica por qué determinado acontecimiento supuso tanto para ti. Al fin y al cabo, cada persona es única, con un background único y unos archienemigos emocionales únicos. Si quieres que te comprendan bien, debes entrar en detalles y exponerte. Te sentará bien.
Lo importante eres tú
Además, indica Nelson, tienes que ponerle contexto. Esta no es una historia cualquiera. No le estás contando a alguien una anécdota del sábado. Le estás abriendo tu corazón y le estás presentando tu situación vital, la más complicada que has tenido que experimentar nunca. No es una historia para contar con prisas. En palabras de este psicoterapeuta, "los problemas son más identificables cuando el oyente tiene contexto, al igual que una broma puede ser divertida en un club de comedia pero incómoda en un funeral". Ese contexto es lo que hará que tu mensaje llegue de la manera más parecida posible a cómo lo sientes.
Por último, y esto es probablemente lo más importante, escoge bien a las personas a las que le cuentas lo que está pasándote. En momentos así necesitas personas que se preocupen por ti, claro que sí, pero también personas que sepan lidiar con una situación así. La depresión también es dura para quienes se encuentran alrededor de los pacientes. Por eso su papel es tan importante. Más adelante, cuando estés mejor, podrás ir extendiendo el círculo de oyentes conforme te sientas preparado. Pero ahora mismo lo importante eres tú y no cómo van a sentirse los demás cuando se enteren de que no se lo contaste. Todo a su tiempo.