Si no has visto el anuncio de Divina Pastora, deberías verlo.Es una de esas obras maestras en las que se funden arte y publicidad. Incluso nos atreveríamos a decir que lo primero es más importante que lo segundo, pues el mensaje que se te queda después de verlo no es el de "tengo que contratar ese seguro", sino más bien el de "si crees en mí, podré lograr lo que sea".
"Se conoce como Efecto Pigmalión y funciona en cualquier momento de nuestras vidas".
El Efecto Pigmalión recibe su nombre de un personaje de Las Metamorfosis, de Ovidio. Cuenta la leyenda que un escultor se enamoró de una estatua que él mismo había creado, y que Afrodita, la diosa griega del amor, dio vida a la estatua.
Lo que el Efecto Pigmalión viene a decir es que la consideración que tienes de una persona influye en su potencial. Si crees que se caerá, probablemente acabará haciéndolo; pero si crees que alcanzará sus metas, seguro que lo conseguirá.
Y es que cuando confías en una persona, se nota. Y cuando no, también. Consciente o inconscientemente, tu actitud transmite un mensaje:
- Confío en ti, sé que puedes conseguirlo; no desesperes, inténtalo de nuevo.
- No vales para esto, eres un inútil; te está bien empleado por intentarlo, déjalo de una vez.
¿Te resulta familiar? Estas y otras muchas cosas las dices con tus gestos, con tus palabras, con las oportunidades que das o con las que quitas. Y así, acabas imponiendo unos límites que la persona en cuestión nunca podrá traspasar. Te conviertes en juez, un juez con más autoridad de la que te imaginas.
La autoestima, como afirman muchos expertos, depende sobre todo de ti mismo; pero no hay que subestimar la influencia que otras personas tienen en ti. Por eso es importante recordar la responsabilidad que tienes hacia los demás, porque una sola palabra tuya podría ayudarles a alcanzar la cima o hacerles caer con todo el equipo.
Piénsalo solo un instante. ¿Tan difícil es cambiar un gesto de indiferencia por una palabra de aliento? ¿Tan complicado es dejar de juzgar a otros por lo que parece que son? ¿Tan imposible es creer que cualquier persona puede conseguir sus sueños? Porque es así: todos tenemos un potencial infinito, pero que solo desarrollaremos si nos dicen que lo tenemos. Y tú, como profesor, como jefe, como amigo, tienes en tus manos las palabras adecuadas.
"Dime que lo conseguiremos y te creeré", Matrix Revolutions.
Imagen: Théo Gosselin