Los propósitos son algo más que un bloc de notas con el que desahogarte. Ahora que comenzamos un nuevo año nos disponemos a rellenar las hojas de esas agendas alegres que están tan de moda con portadas repletas de mensajes positivos. Lo hacemos porque nos creemos que lo vamos a petar, que vamos a conseguir llevar a cabo las mil y una ideas que se nos pasan por la cabeza.
No digo que no seamos capaces de hacerlo -bueno, en cierta manera sí-, pero resulta bastante idealista pensar que mantendremos todas estas expectativas vivas hasta diciembre de 2015. Así que, amigos mileniales, soñar es genial, pero, ¿y si somos un poquito realistas? Con esta visión quizás consigamos más de lo que pensamos. No se trata de ser negativos, de tener desánimo, sino todo lo contrario.
La forma de trazar una hoja de ruta adecuada para este 2015 se basa en metas reales a corto plazo que logren crear nuevos objetivos para los siguientes meses. Es decir, piensa aquí y ahora y materializa la nube de ideas que te impide ser eficiente ya. Si te sale mal siempre, puedes remediarlo y, si te sale bien, la vida por sí sola escribirá sobre el plano cuáles serán los siguientes pasos. Improvisar sobre las consecuencias de los planes de acción inmediatos es la clave de nuestro caos.
No pienses que hacer y deshacer sobre lo que pasará dentro de seis meses te hará más feliz -salvo que sea un viaje a Islandia con tus amigos-. Hablo de desconocer qué harás si te despiden, si encuentras el trabajo de tu vida, el amor que nunca habías esperado... y todas esas cosas con las que amanecemos habitualmente tras una pequeña siesta en el tren de vuelta a casa. Todo eso es fruto de muchos factores y la mayoría de ellos son una suerte de ensalada mixta llena de decisiones aleatorias tomadas pensando en el ahora.
Coged vuestra taza de Mr.Wonderful y convertid el "Hoy pueden pasar 1 millón de cosas buenas" en algo tan real en el tiempo como es que es enero, y en enero uno se cree el rey del mundo. "Este año voy a..." es tu estado de vida cuando inicias un nuevo año, un concepto pasajero que debemos mantener durante el resto de meses con la premisa de ser ese "rey". En serio, si quieres que la fiesta no decaiga lidera tu vida en ciclos de 24 horas, cambia tu eslogan y grita un "Hoy voy a...".
Imagen: Pharrell Williams Música: Pharrell Williams Locución: Jesús Ranchal
La música empleada en esta locución está registrada bajo una licencia Creative Commons