En el mundo existen dos clases de personas: las personas con una sensibilidad convencional y las personas altamente sensibles, también conocidas como PAS. Según explica en Psychology Today el psicólogo clínico Michael Alcee, "las PAS sienten profundamente y procesan las energías emocionales en la habitación y, como resultado, se agotan rápidamente". Esta es la razón por la que las fiestas, en las que un montón de personas eufóricas se mezclan caóticamente, pueden resultar especialmente desafiantes para las personas muy sensibles.
No es tu culpa
Pero eso no significa que debas renunciar a ellas. Para aguantar más tiempo sin quemarte, dice Alcee, lo primero que debes hacer es empatizar contigo mismx. Después de todo, "las PAS representan del 15 al 20% de la población", lo que significa que probablemente no haya muchas más personas en esa misma fiesta que entiendan cómo están agobiándote las luces súper brillantes, los sonidos fuertes y "las energías que rebotan en ti en la habitación". No es culpa tuya saturarte. No es culpa tuya desear que las cosas sean menos intensas y frenéticas.
Lo segundo, una vez has legitimado tu incomodidad, es permitirte implementar estrategias de sanación. "Esto podría ser tomarte un tiempo en una habitación privada y tranquila para un pequeño descanso de la fiesta o salir a caminar para que tus sentidos se readapten a un hábitat natural en lugar de artificial". O podrías encontrar un rincón para meditar. Lo que sea. La clave es recordarte a ti mismx que ser una persona muy sensible está bien y que los demás deben respetar tus necesidades especiales. Estableced barreras.
Tener a alguien de confianza
Además, y este es el tercer mecanismo del psicólogo para aguantar en las fiestas, estaría bien que pudieras contar con otra persona muy sensible para escribirle o llamarle en caso de que te estreses demasiado. En palabras de Alcee, "te ayudará a procesar y descargar gran parte de la energía emocional que has estado absorbiendo". Y no es necesario hablar una hora. A veces basta con tener a alguien que sabes que te comprende para sentirte muchísimo mejor. Después de todo, las PAS a menudo se sienten como bichos raros. Y no.
Por último tienes el arte. Sí, ser muy sensible a los estímulos puede ser paralizante en ocasiones, pero también puede impulsar de forma magistral la creatividad. De ahí que las personas altamente sensibles suelan ser tan buenas escritoras, dibujantes o músicas. En ese sentido, escribe Alcee, fabricar arte "es especialmente útil para liberar el exceso de energía que se queda contigo y que necesitas para salir". Lo puedes aplicar antes de la fiesta, durante o después, según tus necesidades. Es un aliado que nunca te falla. Tu propio talento creativo.