Cómo comenzar el año 2022 con tu registro emocional al día

No te concentres en los logros que conseguiste o no. Las emociones que vives son ahora la prioridad

Una nueva temporada asoma en el calendario. Y, como ocurre durante los últimos días de cada año, probablemente estés chocando con infinidad de artículos y posts en redes sociales hablando de los nuevos propósitos y de los propósitos que no conseguiste cumplir durante estos doce meses pasados. La obsesión con los logros. Esa prioridad absoluta que damos a los eventos externos y que nos hace olvidarnos de lo verdaderamente importante: tus emociones. Por eso la consejera de salud mental Stephanie Sarkis te anima a cambiar tu revisión de los logros por una revisión mucho más útil: la revisión de tus emociones durante el 2021.

Los motivos son múltiples. En primer lugar, dice Sarkis, "hacer un inventario personal de tus emociones puede ayudarte a analizar tus patrones de pensamiento y comportamientos". Es una manera de conocer cómo eres a través de doce meses de sentimientos y estados de ánimo. Y la información, ya lo sabes, es poder. Además, agrega la experta, "también puede ayudarte a realizar cambios en el futuro". Una revisión así te permite conectar eventos y emociones, aprender de tus reacciones anímicas a lo que te ocurre y reconocer dónde tienes que poner tu energía para estar bien. Una observación sin juicio gracias al tiempo de por medio.

Esto siempre es importante, pero especialmente en un 2021 en el que, a pesar de la aparente normalidad, las cosas no terminan de ser verdaderamente normales. El planteamiento de Sarkis es sencillo: debes encontrar un momento para ti, tumbarte tranquilamente hasta reducir los niveles de estrés al mínimo y, entonces, dar respuesta a una serie de preguntas formuladas por la propia especialista. Obviamente, aquí tienes que estar comprometidx contigo mismx y ofrecer respuestas realmente honestas. Piensa que es una revisión que queda para ti y para nadie más. Olvídate de lo que los demás pensarían de ti al escucharlas.

Las preguntas son las siguientes: ¿Cuáles fueron las principales sensaciones que experimentaste este año? ¿Qué pérdidas experimentaste este año? ¿Cuál fue la experiencia de aprendizaje más significativa? ¿De qué logro estuvo más orgulloso este año? ¿Qué sentimientos trataste de evitar este año? ¿Qué emoción pensaste que sentirías más este año? ¿Qué emoción sentiste que te sorprendió más este año? ¿Cuáles son los principales sentimientos que te gustaría experimentar el próximo año? ¿Qué puedes hacer para abrazar y aceptar tus sentimientos el próximo año? ¿Qué querías hacer este año pero no pudiste llevarlo a cabo?

La mente divaga excesivamente. Así que la propuesta de Sarkis pasa por desarrollar las propuestas en papel, en un ordenador o en una grabación. Una vez hayas contestado a todas las preguntas, tienes una última tarea pendiente: analizar cómo te ha hecho sentir responder al cuestionario. "¿Sintió una sensación de alivio? ¿Tristeza? ¿Esperanza para el futuro? En el futuro puedes adaptar todas estas preguntas al inventario diario. Cuanto más escribas tus sentimientos y más te permitas experimentarlos, más fácil te resultará ser auténtico", cuenta esta consejera. Lo importante no es qué conseguiste, sino cómo lo viviste.