El motivo oculto de por qué hay personas más amables que otras

Así lo ha revelado el mayor estudio público sobre bondad, en el que se analiza el comportamiento de más de 60.000 personas de todo el mundo para saber qué nos hacen ayudar a los demás

Hay quien se pasa media vida buscando la felicidad y quien la encuentra en detalles tan simples como ayudar a otra persona a conseguir algo. También es cierto que no todo el mundo nace con ese carisma y esa bondad hacia lxs demás, pero incluso la empatía puede entrenarse. Tan solo tienes que mirar un poco más allá de tu ombligo. ¿Lo ves ahora? Ahí estaba. Fuera de tu microcosmos hay cientos de personas que solo necesitan un pequeño "empujoncito".

De hecho, echarle una mano a un desconocido o a unx amigx de toda la vida puede ayudarnos a ser más felices, tanto a corto como a largo plazo Así lo revela el mayor estudio público sobre bondad realizado en el mundo. Se trata de The Kindness Test, un importante ensayo lanzado en BBC Radio 4 e ideado por la The Kindness Testque involucró a más de 60.000 personas de 144 países diferentes

Qué define la amabilidad

Las preguntas fueron claras: ¿Qué es exactamente lo que nos hace amables? ¿Por qué algunos de nosotrxs somos más amables que otros y qué nos impide ser más amables? Si te pones a pensar, seguro que conoces a alguien que lo da todo por lxs demás o que no dudaría ni un instante en ceder parte de sus privilegios a otrxs. Pues bien, probablemente esas personas sean bastante más felices que aquellxs que no mueven ni un dedo por el resto del mundo.

Los resultados de este estudio lo confirman al sugerir que las personas que reciben, dan o simplemente notan más actos de bondad tienden a experimentar niveles más altos de bienestar y satisfacción con la vida.

¿Nos ha vuelto más amables la pandemia?

La respuesta es sí. Y es que, otro de los grandes hallazgos viene de la mano de la pandemia y de cómo hemos afrontado esta temida crisis de la que muchxs sobreviven, emocionalmente, como pueden. Por ejemplo, se descubrió que hasta dos tercios de lxs encuestadxs piensan que la pandemia ha hecho que las personas sean más amables y casi el 60 % de los participantes en el estudio afirmaron haber recibido un acto de bondad en las últimas 24 horas.

“Ser amable es una gran parte de la naturaleza humana, porque es una parte muy importante de cómo nos conectamos con las personas y cómo tenemos relaciones”, dice Claudia Hammond, profesora visitante de comprensión pública de la psicología en la Universidad de Sussex. “Es una situación en la que todos ganan, porque nos gusta recibir amabilidad, pero también nos gusta ser amables”, añade.

Pero la trampa viene ahora. ¿Por qué se nos da tan bien ser amables, al menos, de vez en cuando? Según el equipo científico, nuestro deseo de ser amables es en realidad bastante egoísta en un primer nivel. Debido a que hemos evolucionado para tener empatía, tenemos todo tipo de "motivos ocultos" para ser amables, el principal es que nos hace sentir bien. Es decir, ayudar a otrxs nos resulta postivo porque beneficia nuestro equilibrio emocional. ¿Puro egoísmo? Puede que aquí este uno de los grandes motivos de por qué hacemos el bien con tanta regularidad. ¡Pero hay más!

Dime quién eres y te diré por qué eres buenx

Cuando esto sucede, “sabemos por la investigación del cerebro que hay una sensación cálida y difusa que las personas sienten de inmediato”. Al fin y al cabo, todxs “queremos sentirnos bien con nosotros mismos y con lo que somos”, comenta Hammond, y preocuparse por un amigo o un familiar tiene mucho que ver con tus valores. Por ejemplo, el estudio desvela cómo aquellas personas que creían que la benevolencia era importante, tenían más probabilidades de dar que aquellxs que creían en el poder, los logros y la competitividad.

Ocurre lo mismo si nos centramos en la personalidad de cada unx. Cuánto más extrovertida es una persona, o cuánto más abierta está a nuevas experiencias, las probabilidades de ser amable se multiplican. Así que, si eres de esas personas que hablan hasta con las piedras, seguramente, también tendrás un don para la amabilidad. Y si no es así, ya sabes, siempre se puede entrenar con mucha confianza y sin miedo a ser rechazadx. Nadie va a menospreciarte por querer ayudar. Todxs agradecemos, de vez en cuando, tener cerca una mano amiga.