Así es la caricia perfecta según los científicos

Una de las interacciones humanas más subestimadas es, en realidad, una de las más importantes para nuestro éxito social

Nos hemos comido un confinamiento que para nosotros se queda. Y la amenaza de una segunda parte de la saga permanece en el aire. Podría volver a ocurrir. Es una pena por muchos motivos, pero uno que sentimos profundamente durante aquellos meses fue la falta de contacto humano. Pero de contacto literal: la piel con la piel como buenos mamíferos que somos. Porque, aunque muchos estuvieran confinados con sus parejas y no sufrieran esa desdicha, muchos otros sí. Las consecuencias son bastante más intensas de lo que podemos imaginar, tal y como explica el especialista David Linden en un artículo para la BBC:

"Es una situación en la que no podemos tocar a las personas en nuestra vida cotidiana aque normalmente tocamos no va a derrumbarse todo instantáneamente, pero nuestros sentimientos de conexión, de empatía y de confianza se irán degradando lentamente". La razón es muy sencilla. Como explica también en la BBC el psicólogo evolutivo Robin Dunbar, "el toque humano es clave para nuestra supervivencia" y "subestimamos lo importante que es es en nuestra interración social". Estamos diseñados genéticamente para buscar todos esos contactos y alimentarnos de ellos. Incluso cumplen una función paliativa.

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Tanto del estrés como de la tristeza. Al parecer, y según las investigaciones científicas, el contacto físico, y el contacto físico cariñoso en particular, produce una mayor liberación de hormonas tan importantes para el bienestar como la serotonina, la oxitocina o la dopamina. Pero no importa únicamente el cariño que lleve un contacto físico consigo. También es importante la técnica. Según un estudio titulado The Touch Test de la BBC junto con Wellcome Collection, en el que participaron más de 40.000 personas de 112 países, existe un modo de caricia especialmente comunicativo y efectivo. La caricia perfecta.

No es necesario sacarse un máster para ponerla en práctica. Al fin y al cabo, y según las conclusiones de esta investigación, lo único que tenemos que hacer para conseguirla es desplazar con ligereza nuestra piel sobre la piel de la otra persona a una velocidad exacta de 2,5 centímetros por segundo. Una caricia que, como dicen desde la BBC, estamos programados para disfrutar más. Los genes son caprichosos. Pero también las personas en general. Por eso, y aún con ciencia de por medio, asegúrate de que la persona a la que acaricias la disfruta realmente. Que somos animales de tacto, pero sobre todo de comunicación.

La distancia no es un problema. El problema somos los humanos, que no sabemos amar sin tocar, sin ver o sin escucha… Under the veil, Life isnt fair, Soul on fire

Aunque quizá puedas saber cómo se siente esta otra persona cuando te acaricie a ti. No es broma. Según las investigaciones, aseguran desde la BBC, las personas somos capaces de detectar las emociones de alguien a través de sus caricias en un 83% de las veces. También fallamos, así que olvídate del "estás enfadado, puedo notarlo en tu caricia" vehemente. Simplemente es una guía. Una que nuestros ancestros usaban para sentir el miedo, la rabia o el amor en otros coetáneos. Es complementaria, aunque necesaria. Estamos hechos de caricias y abrazos. Y estamos en periodo de abstinencia. Pero es por una buena causa.