A ver, eso de que habéis llegado a un acuerdo para dejarlo no te lo crees ni tú. Siempre que alguien suelta esa frase de "ha sido una cosa mutua" me vienen a la cabeza las nominaciones de Gran Hermano y la poca capacidad que tenemos para hablar clarito cuando se nos pregunta. Una cosa es que hayáis terminado de buen rollo, pero, vamos, sabéis a la perfección que tanto uno como otro habéis revolucionado los cimientos de vuestra relación cuando la habéis lanzado a la basura.
Hay motivos suficientes que demuestran que, antes de mandarlo todo a tomar viento, alguien dijo: ¡Pues yo no estoy de acuerdo!
1. ¿Esto ha sido una pérdida de tiempo?
Es la primera pregunta que todos nos hacemos cuando nos dejan y viceversa, a nuestra cabeza llega un resentimiento en forma de calendario que nos dice: "usted ha gastado 3 años de su vida al lado de esta persona". Es como si hubieses escrito una novela durante mucho tiempo y al final nadie la leyese, no dejas de pensar: ¡Cómo me arrepiento! Pero entonces aparece el orgullo y las apariencias para manifestar que no piensas dejar que ese tiempo invertido se quede en en un cajón para siempre. Y sí, manifiestas tu oposición.
2. Tú ganas y yo pierdo
Como casi todo en la vida, la ruptura es como una competición olímpica para la que llevas toda tu relación preparándote. Cuando llega el momento solo puedes ganar el oro, el resto de las medallas te hundirían, porque en una ruptura siempre hay alguien que pierde y alguien que gana, o eso es al menos lo que se suele decir. Hemos pillado el mensaje, tú pasas de quedar de pringado/a y has decidido plantar cara al atleta con un ¡Tú a mí no me vas a joder!
3. ¿Y ahora qué?
Pues sí, queridos míos, en las rupturas nos volvemos unos niñatos, corremos a los brazos de mamá para decirle el miedo que tenemos repentinamente. Te has pasado 5 años fuera de casa viviendo con tu pareja y creyéndote la persona más adulta y madura del mundo, pero con la ruptura tu valentía ha desaparecido. Ni de coña vas a permitirte regresar a la adolescencia.
4. La soledad te mata
Maldita manía que tenéis de darle vueltas todo el rato a la soledad, a que sin pareja no se puede vivir... Pero ¿cómo no os vais a ahogar en un vaso de agua cuando os dejan? Sin tu pareja piensas que no puedes hacer nada, que ya no podrás ir a aquellas clases de swing, o probar aquel chino tan bueno. Aquí funciona el sin ti no soy nada, y antes de permitirlo serás capaz de inventarte una nueva personalidad para que tu relación no se vaya al garete. Porque eso sí, siempre habrá uno que se haga el indie y diga eso de "me apetece estar solo".
5. ¿Te acuerdas de aquel día?
Tirar de recuerdos es la última gran estrategia que suele llevarse a cabo en una ruptura. Si ves que todo marcha como la seda y tu relación se hunde no hay nada mejor que tirar de romanticismo barato. Es una especie de informativo rosa en el que decides enumerar uno a uno los mejores momentos con tu pareja en el que puede llegar a escuchar música celestial. Aunque sabes bien que la procesión va por dentro a ritmo de heavy metal.