Ayuno del habla: ¿permanecer en silencio hasta el mediodía nos haría más felices y saludables?

Encontrar el silencio para poder escucharnos mejor

Vivimos en un mundo lleno de ruido. Desde que nos despertamos hasta que vamos a dormir nos cuesta encontrar silencio. Y sobre todo con nosotrxs mismxs. Hace poco una cantante escocesa decía que antes de un concierto está sin hablar hasta el mediodía, para cuidar lo que es su instrumento: su voz. Y con este curioso experimento se ha dado cuenta de los beneficios que tiene no hablar. Dice sentirse más feliz y en paz consigo misma. Aunque poco convencional, dejar de hablar tiene distintos beneficios. En la cultura popular, los ejemplos más cercanos que tenemos son los votos de silencio de algunos religiosos. Pero también existen experiencias de meditación en que personas se aíslan de su mundanal ruido y rutina y se retiran a un monasterio para hacer ayuno del habla durante el tiempo que consideren.

Dejar de hablar por un tiempo está relacionado con una mayor paz mental y capacidad para conectar con tu mundo interior. Por ejemplo, un estudio de 2005, publicado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, determinó que los periodos de silencio conducían a una “presión arterial drásticamente reducida” en los participantes que practicaban el ayuno del habla.

Otro estudio, de 2021, que también aparece en los NIH, encontró que la práctica ayudó a reducir los niveles de cortisol (una hormona del estrés). Además, como recoge el periódico The New York Post, el psicólogo Robert N. Kraft asegura que participar en períodos de silencio prolongado ayuda a una persona a convertirse en un mejor oyente.

Pero puede haber algunas desventajas del ayuno del habla, excluyendo el hecho obvio de que no puedes comunicar clara y rápidamente tus necesidades. Quienes hablan menos son vistos como menos agradables, según una investigación publicada en 2022, a pesar de la afirmación de Kraft de que el silencio te convierte en un mejor oyente.

Una práctica milenaria

Se ha practicado en distintas culturas. Por ejemplo, The Guardian resalta que en la filosofía hindú, “mauna” es el ejercicio del silencio. Y el “mauna” enseña que “silenciar la voz nos ayuda a reconocer el fondo de quietud que es nuestra verdadera naturaleza”, lo que demuestra que el silencio es, efectivamente, “dorado”.

Mauna es una palabra sánscrita que de manera más sucinta significa “silencio”. Hay muchos matices inherentes a su significado y se puede practicar con distintos grados de intensidad.

Ese silencio sostenido se considera esencial en la tradición hindú, ya que la comprensión de lo que está más allá de las palabras sólo puede provenir de la experiencia directa. El silencio nos obliga a entrenar nuestra mente. Es profundamente transformador porque nos ayuda a calmar nuestros pensamientos y a reconectar con nosotrxs mismxs.