"Hay un pasado que se fue para siempre, pero hay un futuro que todavía es nuestro"
— F.W. Robertson —
Si tu pasado te inquieta, te perturba o te atormenta ahórrate lo de llamar a Esperanza Gracia y en su lugar atento al dato: curiosamente, aquellos que más consumen pizza son los que más se aferran al ayer y menos apego tienen al mañana. ¿Esto quiere decir que si te comes una a la semana estás anclado en el pasado? No. Esto significa que, mientras tú intentas pasar página decidiendo entre margaritas y prosciutos funghi, los demás ya están devorando la vida y han dejado de autocompadecerse.
Piénsalo. Sí, coge ese tiempo que tanto desperdicias en comerte la cabeza y las pizzas mirando hacia atrás y concéntrate en qué y cómo lo vas a invertir a partir de ahora. Deja de torturarte con ideas crueles de lo que fue y empieza a generar tu propia estrategia de vida. Vuélate la cabeza con ideas locas, siéntete libre de tomar tus propias decisiones.
Habla contigo mismo, no hablas lo suficiente. Diviértete, eres maravilloso y ni siquiera los sabes. Sácate punta, o brillo, me da igual. Exprímete y bébete, no te has probado, igual te gustas. Admírate, tus pequeños logros no son en vano, tú puedes ser quien quieras, pregúntate quién quieres ser.

Olvídate de asociar la felicidad al idílico concepto de una vida perfecta en la que todo es como se supone que debe ser, porque no existe. No aceptes las cosas porque vienen así, coge tus ganas y tus planes como puente hacia donde quieras ir porque aunque escuece, cura. No caigas en la vieja excusa de preguntarte por qué tú eres la víctima de esta situación con lo buena persona que eres. No te lo mereces, te lo debes. Se te ha olvidado que la mayor responsabilidad de tu vida es vivirla. Decide si quieres ser una de esas personas que van marcha atrás o prefieres escribir una historia digna de alguien como tú; a todo gas.
Tatúate en la sesera que está prohibido vivir en el ayer, porque si vives anclado en lo que fue o pendiente de qué pasará te perderás el valioso e importante presente. No quieras ser como antes, ya lo fuiste y no te funcionó. Cuando dejes ir lo que eras, te convertirás en lo que podrías ser. Cuando dejes ir lo que sobra, recibirás lo que necesitas. Ese es el arte de vivir, saber cuando aferrarse y cuándo dejar ir.

No te rompas, transfórmate. Si puede hacerlo un gusano en mariposa, tú también. Pon los pies sobre la tierra y siéntela. Los pensamientos negativos te alejan de tu objetivo, así que tu misión es buscar siempre una luz que te guíe hacia delante. Si te giras, que sea para mirarle el culo a quién lo tenga bien puesto. Autorízate a todo lo que te haga feliz y prohíbete las zonas de arenas movedizas, no son seguras y corres peligro de hundirte. No seas masoca, anda.
Grítale al mundo "hey, hola, vengo a ser feliz. O aportas o te apartas, pero no te interpongas en mi camino".