Una discusión con la pareja, un problema con tu jefe, un mal día en que todo está saliendo al revés... y en ese momento sientes que se te hincha la vena, tu respiración se acelera y tienes unas ganas que no puedes más de gritarle a alguien. Pero en ese momento es cuando más necesitas tomar el control, parar y escoger algún pequeño truco, como un escape que te permita recuperar la calma que necesitas.
Reducir la ansiedad es básico para sentirte mejor y poder trabajar bien o incluso disfrutar más plenamente. La ansiedad no se vence con ideas, sino con pequeñas acciones, detalles simples, baratos y sanos. Si los pruebas, quizás dejes de morderte las uñas o de estresarte con el tráfico matinal.
1. Descansa bien. Está demostrado científicamente que la falta de horas de sueño hace que segreguemos cortisol, la hormona del estrés. Por este motivo, por muchas ganas que tengas de vivir la noche, recuerda que el sueño es calidad de vida, y una noche sin salir puede hacerte mucho bien.
2. Si te cuesta dormir, ¿qué tal cambiar alguna cosa? Prueba a poner una luz bonita en tu mesita, o una música relajante al entrar a acostarte. ¿O qué tal buscar una buena compañía? La actividad que hagas antes de dormir es importante, haz algo que te relaje y sea agradable.
3. Sal de ese grupo de Whatsapp que tanto te molesta. Ya es hora de que digas que no a todo eso que es tóxico en tu vida, aunque te guste complacer a la gente y no sepas cómo marcharte.
4. Lee frases positivas. Frases que te recuerden que la vida es maravillosa aunque hayas tenido un mal día; "hakuna matata, vive y sé feliz", o del estilo. Si puedes, ponlas en tu fondo de escritorio, ten muchos post it con ellas o repítelas en la ducha.
5. Respira diez segundos. La respiración es la clave más importante de la relajación, así que si te acostumbras a hacer pequeñas respiraciones profundas de vez en cuando durante el día, especialmente en un momento de ansiedad, te sentirás mucho mejor.
6. Canta. Abre esos pulmones, porque aunque no seas una estrella del rock, te mereces tu momento de disfrutar de esa sensación de expresar tu arte, tu fuerza, tu música interior. Verás que cuando termines te ves capaz de comerte el mundo y tu respiración se vuelve más abierta y profunda.
7. Medita. Esta práctica oriental cada vez se hace más en Occidente porque se ha visto la utilidad que tiene, para reducir la ansiedad y también para concentrarse mejor y rendir más. Basta con unos minutos cada mañana para notar grandes diferencias.
8. Tómate un tiempo para desayunar. Ese tiempo tranquilo al empezar el día hará que empieces mejor la jornada y también a cuidar tu autoestima: ese pequeño momento de despertar es una oportunidad para cuidar de ti, darte tu capricho y tener tu tiempo propio.
9. Camina descalzo. La sensación del suelo, la arena, el césped... en tu propia piel te relajará mucho.
10. Escribe sin parar todo lo que se te pase por la cabeza. Desahogarse con el papel puede ser una liberación en un momento dado. Mejor dejar los problemas fuera que dentro.
11. Escucha la Playlist de Código Nuevo en Spotify. Nada como la buena música para empezar a sentirse mejor enseguida.
12. Come una onza de chocolate. Con apenas el primer contacto con tu boca, notarás la sensación de placer, que estimula una serie de cambios hormonales que te ayudarán a sentirte mucho mejor. Además, el chocolate tiene propiedades nutritivas que favorecen el estado de ánimo.
13. Explota burbujas de plástico. ¿Quién no disfrutaba de ese juego cuando era niño? Muchas veces dejamos de hacer esas cosas simples cuando nos hacemos mayores, y nos perdemos las pequeñas grandes cosas que tiene la vida.
14. Date un baño con espuma. De vez en cuando, date un homenaje a ti mismo. El agua caliente tiene un efecto relajante que te ayudará a sentirte mejor.
15. Recibe un masaje. Esa sensación de placer que recorre tu cuerpo con un buen masaje hará que dejes la mente en blanco y todo tu cuerpo se relaje al máximo.
16. Apaga las luces y enciende una vela. Una pequeña vela y menos bombillas estridentes puede ser el escenario más relajante para después de cenar, justo antes de acostarte.
17. Mira en Internet fotos o vídeos de gatitos monos. ¿Por qué no? Si a mucha gente le motiva, será por algo.
18. Ve a la peluquería y cambia de peinado. A veces necesitamos un toque distinto, y un simple cambio de look puede hacer que empecemos a ver las cosas de otra manera más positiva.
19. Ordena tu habitación y cambia algún mueble de sitio. Limpiar y ordenar son actividades cotidianas que ayudan a relajarse, y además nos ayudan a sentir que tenemos control de nuestra vida y que todo está en su lugar.
20. Apaga el móvil. Sí, no te pasará nada por un rato, y seguramente cuando lleves un rato sin el tic nervioso de mirar Facebook, de pronto te habrás relajado y disfrutarás de todo lo que te pierdes cuando estás con Whatsapp.
21. Lee poesía. Si te gusta leer, la poesía es una forma de música sin notas, y por eso relaja de forma distinta a una novela o artículo. Un poema bonito puede calmarte y hacer que disfrutes de forma serena.
22. Utiliza sonidos relajantes. Hay aplicaciones de móvil para eso, o vídeos en Youtube que encontrarás si tecleas "vídeos para reducir la ansiedad".
23. Habla de lo que sientes. A veces simplemente necesitas desahogarte, coger a ese amigo por banda y explicarle todo lo que te molesta. Esos amigos que saben escucharte en momentos así son los que más valen la pena, aunque no confundas un desahogo puntual con una queja continua. ¡Y ahí tienes el consejo siguiente para eso!
24. Preocúpate solo de lo que puedas solucionar. El tiempo se ocupará del resto. Merece la pena gastar nuestras energías en lo que podemos cambiar, y no preocuparse por lo que no depende de nosotros en exceso, sino más bien aceptarlo tal como viene y confiar en que la vida siempre acaba teniendo una razón para llevarnos a donde nos lleva.
25. Pide un abrazo. Abrazarnos, tocarnos y acariciarnos es muy necesario para el bienestar físico, mental y emocional. Hay plazas de capitales donde se regalan abrazos, pero seguramente tendrás un buen amigo o amor que estará encantado de regalarte muchos.
26. Da un paseo. Caminar sin prisas, observando y dejándote llevar... Eso relaja si sabes desconectar un rato de los problemas de casa, del trabajo... y no los arrastras a todas partes.
27. Acepta que no eres perfecto. La primera de las imperfecciones es buscar la perfección, y muchas veces es la razón de que tengamos más ansiedad de la cuenta en el día a día.
28. Grita en el coche. Otra forma genial de sacar ese doctor Hyde que te está carcomiendo y que no merece la pena dejar dentro. ¡Libérate con toda tu garganta!
29. Bebe un té aromático. Vamos con las prisas comiendo cualquier cosa, y no nos paramos a apreciar los matices de la comida. Un té con especias es una oportunidad de pararse, beber despacio, oler, sentir... Empezar a apreciar detalles que te ayuden a disfrutar más y sobre todo relajarte.
30. Baila. Hay escuelas que se dedican a la terapia a través del baile o la música, y es por una razón que no podemos ignorar: soltarse bailando libera mucho el cuerpo de las tensiones que acumulamos durante el día. Si lo haces con amigos, buena música y una cerveza en la mano, ¿qué más se puede pedir para disfrutar el sábado noche?
31. Visualiza un lago. No siempre podemos irnos a un lago físico, al lugar perfecto donde seguro que nos relajaríamos, pero por suerte, con la mente tenemos la capacidad de engañar al cerebro para que crea que está ahí, ¡y los beneficios físicos son exactamente los mismos! Cierra los ojos, respira... y viaja con la mente al lugar más maravilloso y tranquilo del mundo. Si lo haces unos minutos todos los días, lo notarás mucho.
32. Escucha una concha de mar. Si la guardas en el cajón de tu mesa de trabajo, cuando tengas un mal momento siempre puedes viajar con ella a un lugar tranquilo, una playa... la oirás y tus compañeros ni se darán cuenta si sabes disimular un poco.