Más allá de ciudades, edificios y todo aquello que solemos llamar hogar está nuestra verdadera casa. Un mundo vasto y misterioso cuyos rincones más remotos permanecen ocultos hasta que algún hogar decide aventurarse, inmortalizarlo y traerlo hasta nosotros para recordarnos las maravillas que estamos poniendo en peligro con nuestra destructiva forma de vida. Y cada año el Landscape International Photographer of the Year elige las mejores de todas ellas.
En esta edición, la cuarta del certamen, el premio fue para el holandés Maxe Rive por su trabajo capturando la naturaleza salvaje de las regiones australes de la Patagonia argentina y Nueva Zelanda:
El segundo puesto fue a parar a manos del canadiense Adam Gibbs por sus fotografías sobre la Columbia Británica:
Y el tercer puesto recayó sobre el estadounidense Huibo Hou por sus desoladores retratos del país: