Uno de los nuevos proyectos para luchar contra la contaminación suena a marciano, pero ya es una realidad. Son los rascacielos con bosques verticales, una iniciativa que estará terminada muy pronto en Lausana Suiza y Nanjing China y que en Milan se inauguró en 2014.
En Nanjing, los árboles y especies estarán en las cuatro paredes de los rascacielos y producirán alrededor de 60 kilos de oxígeno cada día. El proyecto lo diseñó el arquitecto italiano Stefano Boeri y consiste en dos torres que estarán totalmente construidas en 2018. Serán las primeras con bosques verticales en el continente asiático.
Uno de los rascacielos medirá 200 metros y y el otro tendrá 108. Entre los dos habrá alrededor de 1.000 árboles, 2.500 arbustos y 23 especies locales distintas. La torre más alta tendrá oficinas, un museo, un colegio de arquitectura o una piscina en el ático. O sea, todo un lujo.
Desde los balcones se podrán ver las diferentes plantas de las paredes, un proyecto que también tiene como intención recuperar la flora autóctona de esa zona y que ofrecerá unas vistas espectaculares.
Esta mezcla entre arquitectura y naturaleza ya existe en Milán. El proyecto Bosco Verticale, que también diseñó Boeri, está en el centro de esta ciudad italiana y consiste en dos torres residenciales de 80 y 112 metros cuadrados. La construcción, por cierto, llevó un premio —el Internacional Highrise— prestigioso por ser la "edificación en altura más bella e innovadora del mundo". Un auténtico lujo en el que no estaría mal vivir en un futuro.
