La vida se forma con pequeñas aventuras, pequeñas empresas, una detrás de otra. Más o menos complejas, pero todos tenemos las nuestras. De hecho, el filósofo e ingeniero Carlos Rebate asegura que cada uno de nosotros tenemos en la cabeza una idea, un proyecto, algo distinto, aunque a veces no seamos capaces de verlo. Y pretende ayudarnos a darle forma con su libro Carlos Rebate.

Es una llamada a la acción. Rebate nos pincha para pensar menos y actuar más. Y usa precisamente esa comparación con las pelis de aventuras para ayudarnos a planear nuestros movimientos. Con un mapa desplegable que cada uno debe ir completando y un pentágono que conecta nuestra memoria y nuestro pensamiento, el autor consigue hacernos reflexionar y conducirnos hacia los trasteros de nuestra mente con sencillos ejercicios que consisten en tomar decisiones cada vez más relevantes y a descartar ideas negativas, ayudándonos a detectar esa idea que sólo nosotros tenemos y que se puede convertir en un bombazo.

Tu empresa secreta parte de la base de que todos sabemos gestionar, que todos sabemos sacar adelante un proyecto. No pensemos ni a lo grande ni en abstracto: ¿acaso no es gestión administrar tu dinero para pagar el alquiler, el coche, la moto o la matrícula del gimnasio y no quedarte a dos velas? ¿No es planificación coger tu agenda y apuntar todo lo que tienes que hacer para no olvidarte de nada y cumplir todas tus tareas? Sabemos manejar nuestro tiempo y nuestro dinero así que, ¿por qué no vamos a ser capaces de poner en marcha una buena idea de negocio? El problema es que la mayoría piensan que eso no va con ellos y dejan que sus ideas permanezcan aletargadas en su mente para siempre.
Porque algunos lo tienen claro. Siempre tienen pululando por la cabeza ese proyecto que saben que lo petaría. Pero, en cuanto se ponen a pensar en él, terminan en lo mismo: "¿y si hago el ridículo?, ¿y si me equivoco? Quita, quita, esto no es para mí". Error letal, según Carlos Rebate. Con las cosas claras, con responsabilidad y asegurando bien nuestros pasos, sin caer en el optimismo irresponsable, no tiene por qué irnos mal. Y precisamente a eso, a definir bien los pasos a seguir, nos ayuda Tu empresa secreta con su ‘Mapa del tesoro’.
Por supuesto, la posibilidad de fracasar está ahí. Vaya que si está ahí. Si no, todo el mundo sería asquerosamente rico. Pero Rebate también distingue entre el fracaso por no haberlo intentado y el de después de haber puesto todo tu empeño. El ‘Fracaso con excelencia’, le llama. Cagarla, sí, pero pudiendo decir que por ti no ha quedado. El autor nos da ánimos: para él, es mejor terminar así que no empezar nunca, pensando en que eso de emprender es para gente más lista que nosotros, o que eso de trabajar por cuenta propia es sólo para los demás.

Tu empresa secreta es un juego de aventuras que puede tener un final feliz, porque el no, ya lo tienes. Te da las pautas para que sepas dirigir tus pasos al éxito o para que, al menos, no lo descartes y lo intentes. Lo fácil es leérselo, claro; la aventura empieza después. Pero, al menos, ahora ya no podremos decir que no sabemos para dónde tirar, que para eso tendremos un mapa.