La cosita está más que caldeada a ambos lados del río Grande. Mientras el ‘yankee’ del tupé dorado la lía en su primera rueda de prensa, está visto que a Mr. Donald Trump solo se le puede callar con un bozal o con un par de putas rusas, los amigos del sur andan más que mosqueados con la posibilidad de un ‘pinche’ muro en la frontera. Y encima pagando.

Pero la mezcla de cabezonería y populismo de Trump la está liando bastante parda más allá de los dominios mexicanos y le está comenzando a tocar la piñata a los peces gordos de Wall Street. Al parecer, los gigantes del sector de la automoción gringa, como Ford o Fiat Chrysler, podrían pegarse un hostión de los gordos y perder las inversiones multimillonarias en el país vecino.

La cosa está muy chunga y la mierda podría salpicar hasta en Europa. Mientras tanto, el personaje de Trump disfruta de su nuevo estatus como hombre más poderoso del mundo y habla pestes del pobre de Barack Obama y su mujer ¡qué fijación!. Una actividad, o mejor dicho perversión, que le ha metido en más de un jaleo con los servicios de inteligencia y la Madre Rusia.
Al final, lo unico que está claro es que, con todo este pollo montado, los ‘coyotes’, las mafias que se dedican a transportar los inmigrantes mexicanos al territorio cowboy, tendrán que apuntarse a un cursillo de escalada o mirarse unas cuantas cuerdas 'baraticas' en Wallapop. Aunque, siendo mal pensados, seguramente ya tendrán montado su sistema de túneles a lo Chapo Guzmán. Por listo que se crea Mr. Trump, su palabrería y su muro no valdrán para nada. Esperemos.