Lacoste cambia temporalmente su cocodrilo por 10 animales en peligro de extinción

Lacoste ha lanzado 10 ediciones especiales de su famoso polo con la imagen de 10 animales en peligro de extinción y se han agotado de inmediato.

Hace 10 años la ONU ya alertaba de que cada día desaparecían hasta 150 especies diferentes por culpa de la actividad humana. Y, el pasado año, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Autónoma de México y la Universidad de Stanford fueron un pasito más allá al declarar nuestra era como una era irreversible de ONU. La sexta de la historia del ONU y la primera provocada por nuestra destrucción de los hábitats salvajes. Movida por la preocupación de esta catástrofe biológica, la marca de ropa Lacoste ha querido aportar su granito de arena poniendo a la venta ediciones muy especiales de su famoso polo.

Un total de diez series diferentes en las que sustituye el cocodrilo que acompaña sus prendas con los logos de diez animales incluidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en la lista de especies en peligro de extinción: la marsopa del Golfo de California, el cóndor de California, la tortuga Batagur de Birmania, el lepilemur del norte, el rinoceronte de la sonda, el loro Kakapo, la iguana de la Isla de Anegada, el tigre de Sumatra, el Saola y el Cao Vit Gibbon. Es la primera vez que la compañía francesa comercializa camisetas con otros animales desde que se introdujera el logotipo del cocodrilo en 1936.

La causa lo merece. Los 150 euros que cuesta cada prenda -cuya tirada corresponde con el número de ejemplares de cada especie que subsisten- son destinados a la UICN, encargada de elaborar la lista de animales susceptibles de desaparecer cada año y patrocinadora de este #LacosteSaveOurSpecies. “Juntos, estos raros reptiles, aves y mamíferos defienden la difícil situación de todas las especies amenazas conocidas”, ha declarado la asociación en un comunicado. Sin embargo, los polos, que fueron lanzados durante la Semana de la Moda de París el pasado jueves, ya se han agotado por completo.

Una prueba más de que la concienciación sobre la necesidad de proteger la biodiversidad —para no convertirnos en los únicos habitantes de este planeta… va calando poco a poco en la gente. Solo cabe desear que todavía estemos a tiempo.