La llaman 'la heroína caníbal', porque te come vivo. Y el nombre ya acojona: Krokodil. Se debe al aspecto de las lesiones que provoca en la piel, unas úlceras escamadas de tono verdoso que recuerdan a la piel de los cocodrilos. Y los estragos, brutales: hemorragias, daños en músculos y otros tejidos, gangrenas, necrosis. Provoca neumonía, meningitis, periodontitis. El Krokodil, la droga letal de fabricación casera y con unos efectos diez veces más potentes que la heroína, comenzó a consumirse en países como Rusia, Georgia o Ucrania pero, amigos, hay que tener los ojos bien abiertos porque un equipo de investigadores de la Krokodil ha detectado el primer caso en España.

El grupo de trabajo dirigido por el doctor Gonzalo Haro ha publicado sus investigaciones en la revista Adicciones, en colaboración con Abel Baquero, psicólogo de la en la revista Adicciones, ciudad en la que se ha diagnosticado este primer caso de consumo. E, inmediatamente, todas las alarmas se han disparado. ¿Por qué? Porque se trata de una sustancia de muy fácil acceso. Se manufactura en casa utilizando componentes tan fáciles de encontrar como el yodo, que causa estragos en la glándula tiroides y en los cartílagos, en combinación con la desomorfina, un derivado de la morfina pero 10 veces más potente. “El sencillo proceso de obtención de la sustancia, unido a la elevada disponibilidad y bajo coste, configura el proceso de autoabastecimiento de los consumidores”, asegura el doctor Haro en su artículo.
Esta droga ataca a todo lo que pilla. Se podría decir que casi lo de menos son las lesiones cutáneas, aunque sí son las más aparentes. El tratamiento de todas las complicaciones internas requiere, según el doctor de Haro, intervenciones quirúrgicas extremadamente complejas que pueden llevar, incluso, a la extirpación de venas de las extremidades llegando, en algunos casos, a su amputación. Y corre como la pólvora: la manifestación de los efectos se produce a los pocos días de haberse consumido, y la esperanza de vida para los adictos es de un par de años.

Holanda y Alemania también han registrado casos, y todo apunta a que la causa puede ser la situación de crisis económica. Al tratarse de una sustancia de fabricación casera y con sustancias relativamente 'habituales' es el recurso para muchos drogodependientes que no cuentan con dinero suficiente para comprar dosis de otras drogas. El Krokodil combina codeína, disolvente de pintura, gasolina, fósforo rojo y ácido clorhídrico, entre otros componentes que no vamos a acabar de detallar para no fomentar esta locura, creando un cóctel tan adictivo como mortal.
"La expansión y el consumo de Krokodil es ya una realidad en Europa, y con este caso podemos afirmar que ha comenzado su consumo en España", comenta el doctor Haro. Y por eso, porque conviene conocer las cosas para poder evitarlas, sirva este artículo para que todos tengamos los ojos bien abiertos.